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Reportaje:

El plátano canario gana tiempo

El Gobierno defiende el arancel a las bananas de países pobres, con el apoyo de los productores y la crítica de las ONG

Alejandro Bolaños

Las largas y prolijas negociaciones entre los países menos desarrollados y las economías occidentales para facilitar el comercio internacional han tenido este mes un protagonista español: el plátano canario. El Gobierno llegó a amenazar con boicotear el acuerdo de preferencia comercial que negocia la UE con 78 países de África, Caribe y Pacífico (ACP) si no se eximía de la eliminación de aranceles a las bananas de estos países. El órdago español, muy criticado por las ONG y aplaudido por los productores canarios, ha logrado que la UE se replantee su posición inicial y abra el debate sobre el mantenimiento del recargo a las importaciones de los países ACP.

La UE aceptó estudiar si da al plátano el mismo trato que al azúcar y al arroz, y mantiene el recargo sobre las bananas del área ACP

Los contactos para ampliar la apertura de los mercados domésticos al comercio internacional se han intensificado en los últimos meses. El telón de fondo de este bullicioso escenario diplomático es la posible reactivación de la fallida Ronda Doha, aireada por el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, que permitiría nuevos acuerdos globales. La convocatoria para discutir un nuevo orden comercial no tiene aún fecha. Pero otras conversaciones paralelas, como las que sostienen los países de la UE y del área ACP sí tienen un plazo determinado. La OMC permitió que la UE ofrezca un trato preferencial a las producciones de los 78 países ACP, pero exige un acuerdo antes de fin de año. Y la protección al plátano canario estuvo a punto de hacer patinar las negociaciones la pasada semana.

La producción europea de plátano y banana se debe casi en exclusiva a regiones ultraperiféricas: Canarias, con el 54% de las 641.800 toneladas distribuidas, los territorios franceses de Martinica y Guadalupe (42%) y los archipiélagos portugueses de Madeira y Azores (2,5%). La peculiaridad de estas economías ha justificado una mayor protección arancelaria por parte de la UE en este mercado, uno de los más importantes de la agricultura mundial: el plátano y la banana son el cuarto producto agrícola en valoración económica, tras el arroz, el trigo y el maíz, con más de 32 millones de toneladas vendidas al año. Además, en la última década, la producción interna no dejó de perder peso en el mercado europeo, pese a los aranceles: si en 1999, el 20% del consumo en la UE correspondía a producción propia, el año pasado apenas superó el 13,3%. "Dejar entrar banana sin arancel nos barrería del mercado", asegura Manuel Lorenzo, presidente de la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan).

Productos "sensibles"

La discusión entre la UE y los países ACP, antiguas colonias de las potencias europeas, discurría hasta ahora entre escollos conocidos. La propuesta del comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, planteaba un desarme arancelario total para una extensa lista de productos, casi todos agrícolas, exportados por los países ACP. Pero también exigía un periodo transitorio en el que se mantendrían los recargos para dos productos "sensibles", el arroz y el azúcar. Como contrapartida de esta retirada de aranceles, la comisión pedía una apertura progresiva de los mercados de servicios en los países ACP y un reconocimiento más estricto de los derechos de propiedad intelectual.

La propuesta de la comisión debía ser avalada por los 27 antes de ser discutida con los representantes de los países ACP este pasado viernes. Pero el visto bueno no fue fácil. La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, exigió que se considerara el plátano y la banana europeos "producto sensible" y en uno de los documentos de trabajo, la delegación española llegó a advertir de que no daría su apoyo al acuerdo si no se atendía su petición. Además, varios países, entre ellos España, también plantearon la necesidad de que se concretaran los plazos para la apertura de los mercados de servicios de los países ACP.

"Sorprende que España defienda con tanto celo la necesidad de proteger el plátano y exija al mismo tiempo a los países ACP que hagan sacrificios y desprotejan sus mercados de servicios. La posición española parece olvidar que está negociando con los países más pobres del mundo", explica Paloma Escudero, responsable de la campaña Comercio con Justicia de Intermón Oxfam. Una quincena de ONG siguen de cerca la negociación y han sido muy críticas con la posición del Ejecutivo español.

Pero la apuesta española, respaldada entre bambalinas por Francia -con el corazón partido entre sus territorios de ultramar y antiguas colonias como Camerún y Costa de Marfil, los principales exportadores ACP de banana-, logró gran parte de su meta. La propuesta con la que la UE arranca la negociación sólo incluye como "productos sensibles" al arroz y el azúcar, pero sí establece un régimen especial para el plátano y la banana europeos: la comisión tendrá que hacer un nuevo informe sobre la vulnerabilidad de estos cultivos en el que los "compromisos con las regiones ultraperiféricas" y el efecto sobre otras negociaciones multilaterales en marcha se tendrán en cuenta.

Reclamaciones a la OMC

Frente a las críticas de las ONG, que reclaman que se eliminen las barreras arancelarias a productos que generan renta en los países más pobres, los productores aplauden la jugada española. "Tenemos que estar en la lista de productos sensibles, los aranceles son incluso insuficientes para mantener las cuotas de mercado", mantiene el representante de los productores canarios. El arancel que mantiene ahora la UE, tras un reguero de reclamaciones ante la OMC de los países productores, es de 176 euros por tonelada. La tarifa empezó a aplicarse en 2006, aunque los países ACP lograron una exención para 775.000 toneladas, un límite que sólo habían superado dos veces en la última década.

El presidente de Asprocan destaca que en el primer año de aplicación del arancel, las importaciones no han dejado de crecer: los países ACP han superado las 900.000 toneladas y los productores latinoamericanos, con Ecuador a la cabeza, han batido su récord, con 3,2 millones de bananas exportadas a la UE. Además, Ecuador no afloja su presión sobre la OMC para que obligue a rebajar otra vez el arancel europeo. "Si cedemos ante los ACP, nos quedaremos sin argumentos ante las grandes multinacionales instaladas en Latinoamérica", sostiene Lorenzo.

La comisión ha sostenido hasta ahora que la eliminación del arancel a los países ACP no era un problema, porque no tenían capacidad para aumentar su producción. "Es cierto que con la superficie cultivada no pueden producir mucho más, pero las multinacionales ya han empezado a instalarse en esos países y pueden poner a producir nuevas plantaciones en tres años", agrega Lorenzo, que confía en que, con los datos de 2006 en la mano, la comisión cambie de criterio. Sólo entonces se sabrá si al Gobierno español le salió bien la apuesta.

Plataneras en las Cañadas del Teide valle de la Orotava (Tenerife).
Plataneras en las Cañadas del Teide valle de la Orotava (Tenerife).LUIS ALBERTO GARCÍA

El cultivo más importante de las islas como lema electoral

Las plantaciones plataneras son una seña de identidad del paisaje canario, sobre todo en las islas de Tenerife y La Palma, que concentran el 80% de la producción. Y es, además, un cultivo clave en su sector agrario: con una producción que ronda las 350.000 toneladas, emplea de forma directa a 15.000 personas, casi la mitad de la mano de obra agraria de la comunidad.

A diferencia de la mayor parte de la banana comprada a los agricultores por multinacionales en Latinoamérica, los productores canarios están organizados en cooperativas y negocian la venta a los distribuidores comerciales. El ingreso anual de los agricultores canarios fluctúa entre los 250 y los 300 millones de euros (casi la mitad son ayudas europeas) y la renta generada, incluida la de actividades auxiliares como el transporte, equivale a un 1,5% del PIB canario.

Todos estos argumentos explican la atención privilegiada que mereció la negociación con la UE en los mítines electorales de las últimas semanas. La defensa del plátano canario fue uno de los lemas recurrentes del PSOE en su campaña de apoyo a su candidato a la presidencia canaria, Juan Fernando López Aguilar. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, no dudaron en utilizarlo en sendas visitas a las islas. Una actuación que reprochó a los socialistas, Paulino Rivero (Coalición Canaria), vigente presidente de la comunidad y principal rival de López Aguilar.

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