España pide permiso a México para reextraditar al torturador Cavallo a Argentina

España ha solitado a México su consentimiento para enviar al ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo a su país, para ser juzgado allí por delitos de detención ilegal, torturas y extorsión, cometidos durante la dictadura militar en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Se trata de un supuesto de reextradición acordado ayer por el Consejo de Ministros a propuesta del de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ya que el ex militar argentino fue entregado a España por México para ser juzgado en la Audiencia Nacional. Por ello, la entrega a las autoridades competentes argentinas está condicionada al consentimiento de las autoridades mexicanas.

Ricardo Cavallo fue extraditado a España, desde México, el 29 de junio de 2003, a petición del juez Baltasar Garzón, para ser juzgado por delitos de genocidio y terrorismo. Posteriormente, la Audiencia Nacional se inhibió, para que fueran las autoridades judiciales penales de Argentina las que conocieran de la causa, quienes, finalmente, presentaron solicitud formal de extradición.

Esta decisión se encuentra actualmente recurrida ante el Tribunal Supremo por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que considera que la Audiencia sí es competente para entender de los hechos.

Cavallo está imputado en numerosas causas por los hechos ocurridos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) en los años de la dictadura argentina, entre 1976 y 1983. Durante este período, la ESMA sometió a numerosas personas a privación ilegal de libertad, condiciones inhumanas de vida, torturas físicas y psíquicas y otras acciones realizadas en el marco de los delitos de lesa humanidad. Argentina solicita la extradición del ex militar por delitos que se corresponden con los de detención ilegal, torturas, extorsión, robos y falsificación documental del Código Penal español.

Extradición de Taddei

Por otra parte, el Consejo de Ministros acordó ampliar la extradición del argentino Ricardo Taddei, entregado a las autoridades de su país el pasado 26 de abril, a nuevos delitos de detención ilegal y torturas.

Con el apodo de "cura" o "padre" estuvo a cargo de grupos operativos en algunos de los 340 centros clandestinos de detención de la dictadura militar, y presuntamente participó en 28 detenciones ilegales de personas, algunas de las cuales permanecen desaparecidas.