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Wolfowitz cede a la presión y acepta dejar la presidencia del Banco Mundial en junio

El hombre de Bush logra que se reconozca una supuesta falta de claridad de las normas éticas

Paul Wolfowitz sucumbió ante la presión. El presidente del Banco Mundial presentó anoche la dimisión tras pactar una salida que le permita irse sin manchas en su expediente, a raíz del caso de nepotismo que hizo tambalear su puesto hace seis semanas. Su renuncia será efectiva el 30 de junio. El consejo ejecutivo, máximo órgano de gobierno de la institución, reconoció su parte de la culpa en la gestión de la crisis que llegó a amenazar seriamente la credibilidad del organismo. La Casa Blanca debe encontrar un sustituto capaz de recomponer la imagen de la institución.

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Wolfowitz y el directorio llevaban tres días negociando la forma de salir de la crisis. El ideólogo de la intervención militar en Irak había condicionado su dimisión a que el consejo ejecutivo aceptara su responsabilidad en el escándalo, con el argumento de que las reglas éticas del Banco Mundial no son lo suficientemente claras. Entre tanto, el ex halcón del Pentágono iba perdiendo poco a poco apoyos de la Casa Blanca, hasta el punto de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer que había llegado el momento de aparcar la controversia.

Paul Wolfowitz, que llegó al Banco Mundial en junio de 2005, fue acusado formalmente el pasado lunes de poner sus intereses personales por delante de los de la institución, al negociar la promoción y aumento de sueldo de Shaha Riza, su novia, antes de que ésta fuera transferida al Departamento de Estado. La investigación de este caso de favoritismo concluyó que el presidente violó las reglas éticas y de personal, por lo que cometió un "conflicto de interés".

El antiguo número dos del Pentágono rogó el martes a cada uno de los 24 directores para que siguieran confiando en su liderazgo. Es más, dijo que él y su compañera sentimental llevan un mes siendo "ridiculizados públicamente". "Se me ha caricaturizado como el novio que usa su posición de poder para ayudar a su amiga", lamentó mientras justificaba el aumento de nómina de la funcionaria. Su abogado dejó claro que no dimitiría mientras se le siguiera acusando de nepotismo.

Pero las palabras de Wolfowitz no fueron suficientes para reducir la presión, sobre todo entre los países europeos, y finalmente optó por negociar una salida de la crisis que evitara una amonestación o poner en evidencia a Estados Unidos. Además, se pretendía evitar un choque directo entre los miembros, después de que Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda pidieran una solución urgente de la crisis, para evitar un daño mayor del que se ha hecho a la institución. Wolfowitz comunicó que dejará la presidencia el 30 de junio, cuando se cumplan los dos primeros años de su mandato, que debía concluir en 2010.

"Numerosos errores"

En un comunicado, el consejo ejecutivo explica que Wolfowitz les "había asegurado que actuó siempre de buena fe, en lo que creía que iba en el mejor interés de la institución". "Lo aceptamos", precisa el directorio, para a renglón seguido reconocer que se cometieron "numerosos errores" por parte de "varios individuos" a la hora de gestionar el asunto. "El sistema del Banco no era lo suficientemente robusto para soportar la tensión generada", remacha el órgano de gobierno, en respuesta a la reclamación que le hizo el ex halcón para poner su dimisión sobre la mesa.

El consejo ejecutivo aceptó la renuncia de Paul Wolfowitz y se compromete a tomar lecciones de esta crisis, y por ello anuncia que revisará el marco de gestión de la institución. El Banco Mundial agradece además el servicio del controvertido presidente durante estos dos años, y destaca sus logros en el ámbito de la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático e iniciativas para evitar la dispersión de la gripe aviar. "Le agradecemos su liderazgo y por capitanear el Banco en tantas áreas", afirma, a la vez que lamenta que estos logros se hayan visto empañados por los recientes acontecimientos.

La institución se dispone ahora a buscar un sucesor, con carácter inmediato. En este sentido, Wolfowitz espera ahora que el Banco Mundial "encuentre la mejor vía para seguir adelante" y encuentre a una nueva persona que lidere su misión. Y en una extensa declaración, explicó todo el trabajo realizado durante estos dos años y reconoció particularmente la dedicación del personal. "Las dificultades de las últimas semanas pueden reforzar al Banco, identificando las áreas de gestión y de recursos humanos que necesitan una reforma", concluyó el aún presidente, diciendo que "el cambio no debe provocar miedo, es algo que debe ser bienvenido".

"Es clave mantener esta importante institución relevante y efectiva en el futuro", concluyó Paul Wolfowitz, porque considera que es imprescindible para cubrir las carencias de los más necesitados y de la humanidad en su conjunto. Los analistas consideraban necesaria la dimisión del antiguo número dos del Pentágono para que el organismo pueda hacer frente a los retos que tiene ante sí en un mundo globalizado.

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