El Centro de Tecnologías Aeronáuticas invierte 2,3 millones en un laboratorio

El Centro de Tecnologías Aeronáuticas, impulsado por las tres principales empresas del sector (Aernnova, ITP y Sener) tiene ya a punto las instalaciones del nuevo laboratorio de referencia europeo para los ensayos de "vida altamente acelerada" de las piezas de los aviones. Después de una inversión de 2,3 millones en 2007 en el Parque Tecnológico de Miñano, el laboratorio va a abrir sus puertas tras un breve periodo de ajuste-. Empezará a trabajar para Airbus tras firmar un contrato de tres millones que le garantiza trabajo hasta 2010 ó 2011.

La fase de ajustes de los equipos que convierten al laboratorio en pionero en Europa podrá estar terminada en uno o dos meses, como muy tarde, indican fuentes de una de las empresas del sector. A partir de este momento, y después de unos ensayos preliminares, entrarán a los bancos de pruebas diversos componentes estructurales del avión militar del consorcio europeo, el A-400-M; una nave cuatrimotor de 42 metros de largo y 32 toneladas de peso.

El laboratorio de ensayos HALT dispone de una tecnología que ya han demandado los dos principales constructores mundiales, Boeing y Airbus. Aunque en Norteamérica sí existen instalaciones con este tipo de equipamiento, en Europa es el primero que ofrece este servicio avanzado para la industria aeronáutica. La virtualidad de los ensayos Halt Hass (Highly Accelerated Life Test y Highly Accelerated Stress Screaming) es que permiten acortar los tiempos de certificación de las piezas que luego irán montadas en los aviones. Antes de comenzar el periodo de vuelos, todas las piezas del avión han de haber sido sometidas a unas exigentes pruebas de resistencias en condiciones extremas, con el objetivo de conocer no sólo los límites de cada una de ellas, sino su vida efectiva antes de generar problemas y poner en peligro la aeronave.

Recortes de tiempo

Si hasta ahora esos periodos de certificación, dependiendo del tipo de pieza, duraban entre cuatro meses y un año con los sistemas tradicionales de verificación, con los de vida acelerada se pueden reducir los tiempos hasta en un 90%, En algunos casos las pruebas se consideran válidas en una sola semana.

El laboratorio está ubicado en una parcela de 8.200 metros y tiene una superficie construida de 2000. En su interior dispone de dos salas de ensayos contiguas, con una altura de quince metros para poder albergar piezas de gran tamaño, y adosadas a ellas están las oficinas técnicas en un sola sala triangular de 450 metros y cinco de altura.

CTA, que sigue inmersa en sus investigaciones de I+D, con desarrollos punteros que la colocan a la cabeza de Europa en la preparación de nuevas tecnologías de investigación de los nuevos materiales, va a comenzar a utilizar los laboratorios con Airbus.

La filial española de Airbus, la Compañía Española de Sistemas Aeronáuticos, CESA, comenzará a suministrar en breve los componentes hidráulicos y mecánicos de la futura aeronave militar de carga. CTA, que nació por el impulso de las tres principales empresas del sector, ha cogido vuelo con facturaciones que hacen prácticamente innecesarias las inversiones de los patronos.

Aumentar facturación

Si en 2004 facturó 3,1 millones y saltó a los 3,6 en 2006, la entrada en servicio de los nuevos laboratorios tiene que darles un empujón en la facturación de 1,6 millones de euros anuales. Así lo prevén en el plan especial 2005-2008, en el que además plantean que su plantilla puede crecer de los 40 a los 60 empleados, todos ellos altamente cualificados.

Con el nuevo laboratorio, el complejo CTA tendrá ya tres edificios en los centros tecnológicos de Vitoria y de Vizcaya. En el parque de Zamudio tiene a pleno rendimiento un laboratorio en el que realizan ensayos de motores, y en el de Miñano, el que ya utiliza para hacer pruebas de estructuras.

El nuevo laboratorio avanzado, será el tercero de un proyecto que sigue creciendo a un ritmo fuerte y que dispone todavía, según sus patrocinadores, de un importante potencial para ofrecer servicios cualificados a la industria de la aeronáutica.

Una de las cámaras de ensayo de Miñano permitirá hacer pruebas de cambio de temperaturas de hasta 60 grados en un minuto, gracias a la utilización del nitrógeno.