La flota del Cantábrico se suma mañana a la campaña científica de la anchoa con tres barcos

Los pescadores españoles iniciarán mañana la campaña científica de la anchoa, dos días después de la fecha fijada por la Comisión Europea y de la que comenzaran los franceses. De momento, los arrantzales se sumarán sólo con tres barcos, que participarán en la llamada campaña consorte: acompañarán a unidades oceanográficas y llevarán a bordo observadores científicos. Los cuatro barcos restantes se incorporarán el 3 de mayo. El arranque de la otra parte de la campaña, bautizada rastrillo (bajo supervisión de personal científico embarcado), se retrasará unos días.

Los representantes de la flota de bajura del Cantábrico se reunieron ayer por la tarde en Madrid con el Secretario de Pesca, Juan Carlos Martín Fragueiro, para conocer los detalles de la campaña experimental, marcada por la polémica de la comercialización de las capturas. Los pescadores españoles se niegan a su venta, algo que apoya Francia y que la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, ha aceptado finalmente.

Durante el encuentro, al que también asistieron científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la fundación Azti, se concretaron las condiciones de la campaña consorte, en la que participarán siete barcos españoles. Sin embargo, mañana arrancará sólo con tres embarcaciones, que acompañarán al buque oceanográfico francés Thalassa, que tiene prevista su salida desde el puerto de Santander.

Los otros cuatro barcos restantes saldrán el próximo 3 de mayo, acompañando en este caso al buque oceanográfico español Emma Bardán, que partirá del puerto de Pasajes, según informó la Secretaría de Pesca.

Las condiciones de la campaña rastrillo, en la que está previsto que participen 13 barcos españoles, también fueron objeto de análisis, pero terminarán de concretarse a lo largo de la semana, por lo que la salida de las embarcaciones se retrasará aún unos días. Los científicos quieren estudiar "mejor" su diseño, teniendo en cuenta las zonas de prospección marcadas por la comisión europea.

En cualquier caso, la flota del Cantábrico se sumará a la campaña científica, que concluirá el 22 de mayo, dos días después de la salida de los franceses, que ayer se hicieron a la mar con cinco barcos. Al parecer, iban sin científicos, que se incorporarán mañana.

Durante el encuentro de ayer también se habló de las ayudas que recibirán los pescadores que se quedan fuera de la campaña y cuyos barcos, unos 180, permanecerán amarrados. Esas compensaciones serán estudiadas esta semana en una reunión entre la Secretaría de Pesca y las comunidades autónomas del Cantábrico.

Unas horas antes de la reunión, el consejero vasco de Agricultura, Pesca y Alimentación, Gonzalo Sáenz de Samaniego, insistió en reclamar al Gobierno central que ponga a disposición del sector y de las comunidades autónomas "todos los mecanismos jurídicos y legales" para impedir que se venda en España la anchoa que pesquen los barcos franceses.

"Se ha constatado que el acuerdo de diciembre era un mero disfraz para justificar una campaña de pesca comercial. La pesca experimental era el traje con el que se ha querido vestir", subrayó. Y aseguró que en su departamento existe "preocupación" ante "el riesgo" de que se pueda producir un enfrentamiento entre pescadores franceses y españoles.