Una epidemia de dengue se extiende por Suramérica con decenas de miles de afectados

Una epidemia de dengue -enfermedad transmitida por un mosquito y caracterizada por fiebre alta y dolores diversos que puede resultar mortal- surgida en Paraguay en febrero se extiende lentamente pero sin freno por el Cono Sur de América. Mientras las autoridades paraguayas insisten en que viajar al país no conlleva peligro, son ya más de 21.000 los afectados en ese país, de los que 13 han fallecido tras desarrollar la variante hemorrágica, la más peligrosa del mal. La epidemia ha desbordado ya las fronteras, causando preocupación en Uruguay, Argentina y Bolivia.

El Aedes aegypti es el mosquito transmisor del dengue y el objetivo de la campaña masiva de fumigación lanzada por el Gobierno paraguayo envuelto en una fuerte polémica sobre si la epidemia podía haberse evitado o no. Según ha reconocido la Contraloría (fiscalía) General Paraguaya, los insecticidas utilizados en las fumigaciones estaban caducados hacía al menos un año, y la prensa local ha destapado un escándalo sobre los precios anormalmente elevados de los equipos de fumigaciones que se han adquirido con urgencia.

El máximo responsable de las fumigaciones ha sido destituido, mientras desde la Administración se acusa a la población de no colaborar en las labores de prevención. Sin embargo, el sistema sanitario está recibiendo numerosas quejas de los ciudadanos por la falta de rapidez y medios en la atención a los enfermos.

La enfermedad ha desbordado las fronteras de los países vecinos especialmente debido al tránsito de personas. Pero la alarma se desencadenó ayer en la ciudad uruguaya de Salto, al noroeste del país en la frontera con Argentina, cuando las autoridades reconocieron el primer caso de dengue autóctono, es decir, de un enfermo que no había tenido contacto alguno con el brote de Paraguay. Equipos del Ministerio de Sanidad comenzaron a fumigar extensas zonas de la localidad. Anoche otros dos vecinos de Salto estaban en observación. Salto se encuentra a 500 kilómetros de Montevideo y a unos 400 de Buenos Aires. Hasta el momento Uruguay tiene 200 casos registrados de la enfermedad relacionados con el brote paraguayo.

La preocupación también ha llegado a Argentina donde se está detectando un caso cada nueve horas, aunque por el momento todos corresponden a enfermos que han tenido contacto con la enfermedad en Paraguay.

Las televisiones han comenzado a emitir anuncios pagados por el Gobierno en los que se recomiendan una serie de medidas para evitar que el Aedes aegypti pueda anidar, tales como eliminar los neumáticos viejos o lavar y colocar boca abajo todos los recipientes que se encuentren al aire libre. En las farmacias y parafarmacias de la capital argentina desde hace días es prácticamente imposible encontrar repelente contra los mosquitos y los medios de comunicación insisten en que los insectos que durante estos días invaden la ciudad debido a la combinación de lluvias torrenciales y las altas temperaturas no son los transmisores de la enfermedad.

La epidemia ha llegado hasta la chilena Isla de Pascua, en el océano Pacífico a 3.500 kilómetros de la costa, donde ayer se confirmó la existencia de cinco nuevos casos con las características del brote paraguayo. El dengue llegó allí en febrero y las autoridades sanitarias han anunciado la fumigación total de la isla.