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Reportaje:

Los campus preparan la reestructuración

Gobierno y universidades estudian fórmulas para conciliar la oferta y la demanda de carreras

La política de demanda llegará más pronto que tarde a la universidad española. El Atlas de la España Universitaria, coordinado por la Universidad de Cantabria, que se hizo público hace dos semanas, ha abierto a la sociedad un debate que hasta ahora apenas se oía más allá de los despachos de las propias universidades: ¿Pueden seguir creándose o manteniéndose titulaciones en las que apenas se matriculan alumnos? ¿Deben suprimirse o concentrarse titulaciones con pocos estudiantes? Cataluña ha sido la comunidad que ha abierto este debate con más intensidad. Pero hay otras que también contemplan algunos cambios para racionalizar su sistema universitario. Y el Consejo de Coordinación Universitaria está elaborando un informe sobre la oferta universitaria en relación con la demanda social.

CATALUÑA Concentrar y usar Internet

En Cataluña, varios rectores -de Lleida, de la URV, de la UPF y de la UAB, entre otros- han sido críticos con la idea de vincular la viabilidad de los estudios con el número de alumnos. "¿Cómo se pueden cuestionar licenciaturas porque tengan 125 alumnos o 70? Eso es un disparate porque el número de estudiantes es un indicador obsoleto. Hay que medir otras cosas, como la necesidad social de los estudios", opina el rector de la UAB, Lluis Ferrer. El de la UPF, Josep Joan Moreso, pide "confianza en las universidades". La administración "ha de decidir qué espera de las universidades y financiarlas según sus resultados", dice.

La Generalitat ya planea reducir estudios minoritarios. Baraja dos medidas: concentrar titulaciones con pocos alumnos en zonas geográficas -las que tienen menos de 15 matriculados en primer curso -e impulsar la enseñanza a distancia en la Universitat Oberta de Catalunya, que enseña por Internet.

En Cataluña hay una treintena de titulaciones que este curso no han llegado a los 15 alumnos de nuevo ingreso. La mayoría de los rectores advierte que habrá que ser cuidadoso con los recortes. Nadie quiere perder estudios y argumentan que algunas carreras, pese a ser minoritarias, cumplen funciones sociales en sus territorios. Una carrera quedará indultada: Filología Catalana. La Generalitat la considera estratégica.

COMUNIDAD VALENCIANA Becas de movilidad

La Generalitat Valenciana también está decidida a introducir medidas de "racionalización" del sistema parecidas a las anunciadas en Cataluña. El Gobierno autonómico descarta reducir el número de universidades (cinco públicas y dos privadas), pero sí tiene previsto, "en el próximo periodo", es decir, después de las elecciones, aprobar un plan para "evitar la repetición de títulos" con poca demanda en facultades que, además, están cercanas entre sí, afirma el secretario autonómico de Universidades, Emilio Barberá. Para atenuar el problema del traslado de ciudad se plantea potenciar las becas de movilidad y facilitar el acceso a pisos de estudiantes.

Los dirigentes académicos valencianos aceptan la necesidad de "reflexionar y de efectuar un reajuste del sistema", en palabras de Francisco Tomás, rector de la Universidad de Valencia. "Pero vincular la existencia de materias a un número determinado de estudiantes me parece reduccionista". "Con ese mismo análisis", añade, "habría que clausurar algunas de las universidades más prestigiosas del mundo". "Los gobiernos, de acuerdo con el sistema universitario deberían coordinar el sistema para que no se produzcan repeticiones. Pero no soy partidario de cerrar nada", añade Tomás.

El rector de la Universidad Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, considera "provocador" el límite de 125 alumnos que expertos analistas universitarios han manejado como la cifra de referencia para que una titulación sea viable. Otros hablan de 70. "Si se quiere apostar por la calidad y la innovación, no debería haber más de 100 alumnos por aula, probablemente menos". La cifra de 125 no se refiere al total en un aula, sino a los alumnos que se matriculan ese año y que pueden repartirse en varios grupos.

El problema, continúa Toledo, es que la encargada de coordinar el sistema universitario valenciano, la Generalitat, "se ha dedicado en los últimos años a abonar la proliferación de títulos y de centros. La Administración autonómica va a la deriva, y la mejor prueba es la Universidad Valenciana Internacional", un nuevo centro universitario semiprivado que la Generalitat está decidida a crear a pesar de la oposición de la comunidad académica.

El rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche, una de las más castigadas por la falta de alumnado, destaca las dificultades burocráticas con las que se encuentran los centros para implantar y quitar los títulos. "Se tarda por lo menos dos años", afirma, "y eso limita nuestra capacidad de reacción ante los cambios en la demanda".

GALICIA Agrupar carreras

En Galicia, donde residen menos de tres millones de habitantes, conviven tres universidades, cinco campus y carreras, a veces triplicadas, que en algunas facultades atraen a muy pocos alumnos. Para solucionar este problema, la comunidad establecerá un número mínimo de estudiantes para que una carrera pueda mantenerse. El límite rondará la veintena de matriculados pero la cifra definitiva está pendiente de un informe que elabora actualmente el Consello Galego de Universidades, un órgano en el que están representados el Gobierno autonómico y los tres rectores.

En la Facultad de Humanidades de Ferrol se matricularon este curso un par de personas. Con la nueva regulación, esta titulación podría estar condenada a desaparecer. En palabras del director general gallego de Ordenación Universitaria, Ramón Leis, sólo se suprimirían carreras "sonadamente inviables" y se harán algunas excepciones con estudios únicos en el sistema universitario gallego, como Matemáticas o Filosofía.

Con el resto de títulos de baja demanda se buscarán otras salidas. Entre las alternativas que se plantean está la especialización de los títulos (que la Biología que se estudie en Santiago sea diferente de la que se imparte en Vigo), su agrupación (crear, por ejemplo, una carrera de Filología de Lenguas Modernas, que reúna opciones con pocos matriculados como Filología Italiana y Filología Alemana) o la creación de dobles titulaciones como las que se otorgan en las universidades privadas.

ANDALUCÍA Especializar los campus

El nuevo modelo de financiación acordado entre el Gobierno andaluz y los rectores de las 10 universidades públicas de la comunidad ya habla de la necesidad de "reorientar y modernizar" el mapa de titulaciones para garantizar la viabilidad de los campus andaluces a medio plazo. En el mapa actual, con más de 400 titulaciones (repetidas, claro, porque no hay más que 140 distintas), hay carreras con tan baja demanda como alta implantación: en la Facultad de Matemáticas de Almería, por ejemplo, sólo se matricularon el curso pasado 10 nuevos alumnos.

Pero aunque reconocen que el modelo necesita un cambio drástico, la Junta no quiere acometerlo antes de que concluya la reforma de la Ley Orgánica de Universidades. Será entonces cuando los campus andaluces empiecen a pensar en cómo reinventarse. Según el director general de Universidades de la Junta, Francisco Triguero, para ese proceso se seguirán tres criterios: que se impartan todas las titulaciones registradas "para que cualquier andaluz pueda estudiar lo que quiera sin salir de la comunidad"; evitar la duplicidad de carreras en provincias próximas, y fomentar las becas de movilidad; y acometer los cambios teniendo en cuenta el tejido productivo y las salidas laborales de cada provincia.

En definitiva, apostarán por lo que desde hace mucho tiempo piden los sindicatos: la especialización y la coordinación entre los campus. El objetivo es evitar casos como los que se dan ahora con la licenciatura de Ciencias Ambientales, que se imparte en ocho de las nueve universidades a pesar de que no hay demanda ni salida para tanto licenciado en esta rama.

Aunque muy posiblemente no lleguen a tiempo de ponerlos en marcha para el próximo curso, el gobierno andaluz y algunos rectores han empezado a mirar ya la posibilidad de agrupar las clases de determinadas asignaturas y titulaciones dentro de una misma Universidad.

Esta información se ha elaborado con información de Sebastián Tobarra, Ignacio Zafra, Reyes Rincón, Sonia Vizoso y Juan A. Aunión.

LUIS F. SANZ
LUIS F. SANZ

CARRERAS VACÍAS

Las 47 universidades públicas presenciales ofrecen más de 2.200 veces las 140 carreras que existen.

En el 75% de ellas entraron en el curso 2004-2005 menos de 125 alumnos nuevos. En unas 700 titulaciones lo hicieron menos de 70. A más de un centenar llegaron menos de 10 estudiantes.

En casi todas las filologías, algunas ingenierías técnicas, Matemáticas o Estadística se cubren como mucho la mitad de las plazas.

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