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Merkel pide en Davos un marco político para la globalización

La canciller alemana invitará a la cumbre del G 8 a China, India, Brasil, México y Suráfrica

Andrés Ortega

Angela Merkel quiere conseguir darle a la globalización "un marco político". Un primer paso será, como presidenta de turno del G 8 que celebrará su cumbre en junio en Heiligendamm, invitar a China, India, Brasil, México y Suráfrica a un diálogo, a continuar en otras instituciones. La canciller alemana, que fue ayer la estrella de la primera jornada del Foro Económico Mundial, tiene una agenda clara sobre todo en seguridad y protección del clima.

La población europea suponía hace 50 años el 21% de la mundial. Ahora representa el 11%
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Pero se esperaba de ella, en su tercera participación en Davos, más concreción. Sin embargo, frente a otros más temerosos, Merkel se mostró abierta a los nuevos tiempos, al considerar que hay "un equilibrio de poderes completamente nuevo en el mundo, con muchas más variables que en el pasado" y "es algo bueno para todos".

Merkel pidió a los europeos que dejen su eurocentrismo, partiendo de una constatación: cuando se firmó el Tratado de Roma, hará en marzo 50 años, la población europea representaba el 21% de la mundial. En la actualidad es el 11% y bajará a 7% a mediados de siglo. Se presentó como la campeona de la liberalización del comercio a escala mundial, al considerar, parafraseando a Benjamin Franklin que sólo así se logrará mayor seguridad. "Crecimiento y responsabilidad" va a ser el lema del G 8 en el que quiere poner el comercio justo en la Ronda Doha como prioridad, pero a la vez abordando la reducción de las desigualdades globales, de forma que el nuevo equilibrio incluya también el acceso a la educación, y la lucha contra el sida. Darle forma política a la globalización, "no puede ser un acto filantrópico", según Merkel, pues en este caso no duraría.

En cuanto al calentamiento global, se mostró esperanzada de lograr para 2012 un nuevo régimen obligatorio para todos, si bien teniendo en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. En el debate el indio Sunil Bharti Mittal, presidente de Bharti, se mostró de acuerdo, aunque recordando que sin ayuda económica y tecnológica no será posible, pues los que viven con menos de un dólar al día hacen caso omiso del calentamiento global.

El "cambio en la ecuación del poder" es el tema en torno al que este año se ha organizado el encuentro de Davos. Naturalmente, Estados Unidos está muy presente.

Muchos de los ponentes en diversas sesiones más reservadas consideraron que hay señales de que Estados Unidos "está en un proceso de corrección" de su rumbo en política exterior y va a cambiar sea quien sea quien reemplace a Bush en la Casa Blanca. Parece cundir una resignación a que el actual presidente seguirá en sus trece hasta enero de 2009. Su discurso sobre el estado de la Unión no ha impresionado. En él se habla de seguridad energética, pero no de los efectos de la energía producida y consumida sobre el cambio climático. Sobre Irak, nada: "Ha ido tantas veces al pozo a sacar confianza en su política que se le ha secado", dijo de Bush David Gergen, influyente ex asesor de Reagan y ahora director del Centro de Liderazgo Político de la Kennedy School en Harvard. Nicholas Kristoff, de The New York Times, cree que "vamos a una confrontación con Irán deliberada o por accidente". Y se descuenta que EE UU va a fracasar en Irak. Pero también varios coincidieron en que la superpotencia se recuperaría rápidamente, por lo que "sería sumamente peligroso apostar contra Estados Unidos", alertó Richard Haas, presidente del Council on Foreign Relations y ex jefe de planificación del Departamento de Estado al principio del primer mandato de George W. Bush. En los próximos 20 años ninguna potencia le igualará. Varios oradores consideraron que sería una locura atacar Irán, y más aún con armas nucleares, por lo que fueron aplaudidos. Pero no lo descartaron.

"Las anécdotas en plural se convierten en tendencias", se dice en el Foro de Davos, donde este año se busca ese "cambio fundamental en la educación de poder" en el mundo, "a varios niveles y de forma multipolar", según el historiador Timothy Garton Ash.

Así, largas sesiones de debates sobre cuáles son el mayor problema que afronta el mundo y para el cual la comunidad internacional está menos preparada resultaron en un masivo consenso en torno al cambio climático, aunque el desafío de las economías emergentes llegó en un claro segundo puesto. Y si en otras ediciones del Foro Económico Mundial había un claro país protagonista de los debates (Rusia, China e India lo fueron en pasadas ocasiones), en éste no. Quizás ese sea el sentido de esta época en que la economía mundial marcha como nunca, pero hay dudas sobre la política.

La canciller alemana, Angela Merkel, durante un discurso en Davos.
La canciller alemana, Angela Merkel, durante un discurso en Davos.ASSOCIATED PRESS

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