Los 'sin papeles' toman la pasarela
El desfile del diseñador Toni Miró busca remover las conciencias con inmigrantes y un cayuco. SOS Racismo se manifiesta a favor, mientras que una asociación senegalesa lo tacha de frívolo
Antonio Miró consiguió ayer la atención de los flases. No sólo por su ropa, sino por su montaje "solidario". El diseñador catalán fichó a ocho inmigrantes para que desfilaran en la Pasarela Barcelona, alguno de ellos en situación irregular. La mayoría senegaleses.
Antonio Miró consiguió ayer la atención de los flases. No sólo por su ropa, sino por su montaje "solidario". El diseñador catalán fichó a ocho inmigrantes para que desfilaran en la Pasarela Barcelona, alguno de ellos en situación irregular. La mayoría senegaleses.
Miró consideró que era "muy fuerte" la situación en la que se encuentran los recién llegados irregulares en España. Contactó con una asociación de la calle Comerç del barrio del Born, que se dedica a ayudarles, y montó un desfile con ellos.
La escenografía habló por sí misma. Miró eligió el Museo Marítimo de Barcelona e invitó a los asistentes con una tarjeta que simulaba una carta de inmigración a rellenar. Al llegar a la pasarela, un enorme cayuco blanco en una esquina y unas cajas de mercancías -con alguna publicidad del patrocinador- eran la única escenografía. Además de un invitado de excepción, el futbolista camerunés del Barça Samuel Eto'o, que provocó un revuelo al llegar.
Miró tuvo la idea hace unos meses y contactó con la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses. Algunos de los elegidos para desfilar ya están en proceso de regularización y otros tienen papeles. Todos ellos cobrarán por el desfile, según informó Miró, que ayer se mostraba encantado con su iniciativa tras el desfile. Poco se habló de moda en el back stage y mucho de sus modelos.
No es la primera vez que este diseñador invoca a la conciencia social para montar un desfile. El año pasado eligió la cárcel Modelo de Barcelona para levantar su pasarela. También seleccionó a algunos presos para que desfilaran junto a los modelos profesionales, como ha hecho en esta ocasión. Miró aseguró ayer que sigue en contacto con algunos para trabajar en una colección de bolsos.
La nota que la empresa del modista entregó al finalizar el desfile rezaba: "Hemos invitado a un grupo de muchachos africanos para vestirles y arroparlos y de esta manera poderles dar un poco de mí". Miró agradeció la presencia del futbolista Eto'o y aseguró que los modelos estaban encantados de poderse fotografiar con él. En su desfile, el más concurrido de la Pasarela Barcelona, predominaron los colores blanco y crudo, una elección que el propio diseñador justificó al decir que eligió esos tonos "porque son distintos del negro".
No todo el mundo estuvo de acuerdo con la solidaridad del diseñador. Este golpe de efecto mediático generó polémica a primera hora de la tarde. La Asociación de Inmigrantes Senegaleses acusó al modista por exhibir un cayuco y a ocho senegaleses irregulares en la Pasarela de Barcelona y calificó el acto de "desafortunado y frívolo", informa Servimedia.
Sin embargo, la Federación de Asociaciones SOS Racismo se manifestó a favor del desfile. "Siempre que sea con buen gusto, la moda es una forma de expresión como el cine o la pintura, y está bien que no sólo seamos las ONG las que denunciamos situaciones como las que viven los inmigrantes que llegan en cayuco a España", manifestó a Europa Press uno de los portavoces de la asociación, Javier Pérez.
Miró fue el primero, pero no el único desfile de la jornada. Las propuestas para el próximo invierno llegaron de Juan Vidal, Comentrigo, la Casita de Wendy, Parnasse, José Castro y un pequeño avance del invierno de Custo en forma de megafiesta en el Espacio Movistar de Barcelona. El resto de la colección se podrá ver en los desfiles de Nueva York.
Mientras la Pasarela Barcelona cerraba su tercera edición con un futuro incierto respecto a su financiación, el salón de moda urbana Bread & Butter celebraba su segunda jornada con un festival de cifras: la organización espera recibir casi 70.000 visitantes en estos tres días de moda callejera en la Fira de Barcelona. Sólo en el día de ayer este salón internacional recibió la visita de 26.811 profesionales.
El impacto económico indirecto que se calcula para la ciudad es de 80 millones de euros. La organización manifestó su satisfacción por haber elegido como única sede del salón la ciudad de Barcelona y aseguró que de momento no está en sus planes montar una pasarela itinerante y paralela a la feria.
"No queremos crecer de forma descontrolada sino consolidarnos. Cada vez veremos más cosas en Bread & Butter: todo tipo de presentaciones", aseguró su presidente, Karl-Heinz Mü-ller. El responsable del salón explicó que se vieron obligados a abandonar Berlín -ciudad en la que también se realizaba el salón- porque se llegó al límite de capacidad con 40.000 visitantes y porque muchos de los clientes del sur de Europa no acudían a la ciudad alemana. Sin embargo, en esta edición el mayor número de expositores son marcas españolas de moda urbana, entre ellas Camper y Custo.
Cataluña promueve la salud en la moda
La consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Marina Geli, asistió ayer a un desfile de la Pasarela Barcelona. Antes del desfile, Geli anunció que desde el departamento de Salud se aunarán esfuerzos para crear un programa de salud y moda con la finalidad de combatir la anorexia.
De momento, no hay acciones concretas, sino el inicio del debate. La Pasarela Barcelona, a diferencia de Cibeles, decidió no comprobar el índice de masa corporal de sus modelos. La pasarela catalana se ha limitado a elegir las modelos de aspecto saludable.
"Tenemos que liderar con todo el sector de la moda un cambio para poder minimizar los riesgos negativos. Queremos propiciar un debate inclusivo y amplio", dijo Geli. "No debe limitarse a discutir el índice de masa corporal", añadió.
Uno de los objetivos es propiciar el cumplimiento de algunos acuerdos que ya se firmaron entre Pasarela Barcelona y la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña (ACAB) hace dos años.
Babelia
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