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Crisis energética en Europa

Merkel pide calma y exige a Moscú y Minsk que cumplan sus contratos

La canciller alemana promete abordar el problema en su reunión con Putin del próximo día 21

CECILIA FLETA Las autoridades alemanas se mostraron ayer preocupadas, pero no alarmadas, por el corte del suministro de petróleo procedente de un oleoducto ruso -que supone un 20% del consumo alemán-, dado que las reservas acumuladas podrían abastecer el país durante más de tres meses. "Espero que se reanude el suministro completamente tan rápido como sea posible", aseguró el ministro de Economía, Michael Glos. Éste exigió a los responsables rusos y bielorrusos que cumplan sus compromisos de suministro y tránsito, y subrayó que la situación no es, de momento, dramática para Alemania.

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La canciller federal, Angela Merkel, señaló en una entrevista grabada ayer que se emitirá esta mañana en televisión, que el incidente "aún no pone en peligro el suministro de manera aguda". Merkel exigió a todos los países implicados que cumplan los contratos vigentes. "Necesitamos seguridad en los contratos", declaró, y anunció que sacará el asunto el día 21, cuando se reúna con el presidente ruso, Vladímir Putin.

A la refinería PCK de Schwedt, que recibe el petróleo directamente del oleoducto Druzhba, no llegaba ayer ni una gota de crudo. "Tenemos cero suministros", declaró a la agencia Associated Press el portavoz de la empresa que gestiona el tanque de recepción de petróleo de Schwedt.

La refinería de esta pequeña ciudad de Brandeburgo fronteriza con Polonia es, junto con la del grupo francés Total en Leuna (Sajonia-Anhalt), una de las dos plantas afectadas por el cierre del grifo en el oleoducto de la amistad, que es lo que significa el nombre Druzhba en español.

Ante unos recursos propios casi inexistentes, Alemania importa alrededor de 110 millones de toneladas de petróleo al año, casi el 100% del crudo que consume. De ellos, un tercio procede de Rusia, y más de la mitad de éste fluye por el conducto de Druzhba; en 2006, alrededor de 23 millones de toneladas. El resto del crudo ruso llega por barco al puerto de Rostock. Los 23 millones de toneladas que llegan por el oleoducto cerrado ayer van a parar íntegramente a las refinerías de Leuna y Schwedt, donde se convierte en gasolina, diésel y otros productos para el consumo interno o para la exportación. Uno de cada cinco litros de combustible quemado en Alemania procede de una de estas dos plantas.

Por detrás de Rusia, los principales exportadores de petróleo a Alemania son Noruega, con el 16,4% del total, Libia (11,7%), Reino Unido (11,1%) y Kazajistán (7%). El incidente de ayer no provocó alarma en Alemania, ya que las llamadas reservas estratégicas que se conservan para situaciones de emergencia dan para un suministro completo durante al menos 90 días.

"Hay un sistema de crisis establecido para compensar posibles cortes del suministro", declaró un portavoz de la Asociación de la Industria Petrolera (MWV), que preparaba ayer el abastecimiento de las refinerías de Leuna y Schwedt desde el puerto báltico de Rostock con el crudo que llega por vía marítima. Las propias refinerías tienen además sus reservas, que aumentan la autonomía de Alemania hasta más de cien días. La MWV aseguró ayer que no hubo necesidad de detener la producción en ellas, a pesar del corte del suministro.

"Este incidente arroja luz sobre la dependencia energética alemana y europea", declaró el presidente de Los Verdes, Reinhard Bütikofer, que pidió al Gobierno que siga una política que se aparte del petróleo y favorezca el empleo de energías renovables. "Debemos hacer inmediatamente por vía diplomática todo lo posible para que se reanude el suministro. Dependemos los unos de los otros". Declaró el presidente del partido socialdemócrata SPD, Kurt Beck, que señaló el incidente como signo de poca fiabilidad.

Miembros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) aprovecharon la ocasión para volver a insistir en su postura contraria al cierre de centrales nucleares. "Nuestra dependencia del exterior en el suministro energético es demasiado grande", declaró el jefe del grupo parlamentario democristiano, Volker Kauder. "En lo que respecta al uranio, somos aun más dependientes", recordó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Michael Müller (SPD).

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