Bush ultima una nueva estrategia militar
El presidente de EE UU planea elevar hasta 160.000 el número de soldados en el país árabe
La Casa Blanca tiene cada vez más claro que la única vía de garantizar la estabilidad y la seguridad en Irak es reforzando provisionalmente sus fuerzas en el frente de batalla, hasta alcanzar los 160.000 soldados, concentrados en Bagdad y las provincias donde la insurgencia es más activa. El presidente George W. Bush podría presentar su nueva estrategia a mediados de la semana que viene, según adelantan varios medios en EE UU.
El actual plan de Bush para Irak, como señalaba ayer The New York Times, "ha colapsado". La idea inicial de la Casa Blanca y el Pentágono era ir dejando la responsabilidad de la seguridad en manos de los iraquíes, adiestrando a más policías y militares. De esta manera, EE UU podría haber ido reduciendo las tropas de forma gradual durante este año, según anticiparon en 2006 diversos analistas. Pero la realidad sobre el terreno está trastocando los planes originales de los altos mandos militares en Irak y de los estrategas en Washington.
"Durante los últimos 12 meses, el optimismo chocaba con la realidad y Bush se encontró cada vez más incómodo con el general Casey [comandante jefe en Bagdad]", apostilla The New York Times. Ahora, la nueva estrategia estaría más enfocada hacia combatir la violencia de cuajo en Bagdad y otras localidades dominadas por la insurgencia, que en formar a las fuerzas iraquíes. Para ello, la Casa Blanca podría enviar más tropas de combate, aunque esto se traduzca en más bajas. EE UU cerró el año con 3.000 soldados muertos desde el inicio de la invasión, en marzo de 2003.
La idea del aumento de tropas va en el camino opuesto a las recomendaciones recogidas en el Informe Baker. El rotativo neoyorquino hablaba hace unos días de que el actual contingente en Irak se reforzaría con entre 17.000 y 20.000 nuevos soldados. El diario británico Financial Times elevaba ayer esa cifra en hasta 30.000 soldados, que se sumarían a los 134.000 que operan ya en el país. Los detalles del nuevo plan siguen en fase de elaboración, pero esto no ha evitado las críticas de los legisladores en el Capitolio, incluso de republicanos como Chuck Hagel, que declaró que el plan "está sacado del cuento de Alicia en el país de las maravillas".
No es el único senador crítico de las filas conservadoras, lo que podría obligar a la Casa Blanca a retrasar un poco más el anuncio de la iniciativa, algo que se tenía previsto para antes de las vacaciones navideñas. Tras reunirse con sus principales asesores en política exterior y seguridad nacional, el presidente Bush dijo el jueves que consultaría con el Congreso y el Gobierno iraquí las nuevas ideas.
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