Un hemiciclo municipal muy excitado para despedir el año
Seguidores de Barberá increpan a Alborch en un pleno de Valencia marcado por el debate sobre la fosa de víctimas de Franco
Los largos plenos del Ayuntamiento de Valencia no suelen ser la opción más entretenida para pasar la mañana. El de ayer, sin embargo, tuvo momentos que rompieron la norma, por tensos, y otros que recordaron a las películas de los hermanos Marx.
El orden del día del último pleno del año incluía el debate sobre los presupuestos de la ciudad para 2007 (831 millones de euros); la aprobación de un PAI en el Perellonet, en el entorno del parque natural de l'Albufera; una moción sobre la fosa común del Cementerio General en la que fueron enterradas víctimas del franquismo, y otra moción sobre la protección del Jardí Botànic. La zona del hemiciclo reservada para el público acogía, además de a los habituales, a la candidata socialista a la alcaldía, Carmen Alborch. Su asistencia generó el momento más movido de la mañana, antes de que se hubiera realizado ninguna votación.
"Me preocupa más el asalto de El Saler que los muertos de hace 80 años", dice Grau
Desde hace meses, un grupo de seguidores de la alcaldesa Rita Barberá, la mayoría de edad avanzada, madruga, copa las tribunas de invitados y las llena de pancartas. Mire hacia donde mire, la alcaldesa, que preside el pleno, se encuentra con mensajes del tipo: "Valencia avanza con Rita", o "Rita sempre per València", o "Subestación eléctrica = Zapatero = PSOE". A pesar de ello, y de contar con una cómoda mayoría absoluta, el entorno del equipo de gobierno transmite últimamente nervios. La prueba la dieron ayer.
Conocedores de la fidelidad de los partidarios de Barberá, varios asesores socialistas reservaron un sitio para Carmen Alborch. Antes de que llegara, sin embargo, los incondicionales de la alcaldesa, que ocupaban el resto de tribunas, a excepción de la destinada a la prensa, reclamaron su derecho a sentarse en la silla reservada. O, al menos, a colgar una pancarta justo delante del lugar que ocuparía la candidata. Los asesores se negaron. Los incondicionales insistieron. Hubo algún forcejeo, algún intento de levantar a uno de los asesores y finalmente, sin violencia, intervino la Policía Local.
Cuando Alborch llegó a la tribuna se escuchó un abucheo. Poco después, la alcaldesa entró en el hemiciclo, hubo aplausos, llamadas al orden, y la cosa se calmó.
Ya en la sesión, el Grupo Popular aprobó unos presupuestos que la oposición consideró que no sirven para cubrir "las necesidades mínimas de los ciudadanos", debido a la negativa del Ayuntamiento a exigir a la Generalitat el dinero que le adeuda. El concejal de Presupuestos, Silvestre Senent, respondió que las cuentas cubren perfectamente "las necesidades de los valencianos".
Hacia las dos del mediodía se leyó la moción presentada por el PSPV y por Esquerra Unida para que el Ayuntamiento renunciara a recurrir la sentencia que obliga al Consistorio a respetar la fosa con republicanos represaliados al término de la Guerra Civil (Barberá quería construir sobre ella 1.030 nichos), a permitir una investigación sobre su contenido y a erigir un "elemento" que los recuerde.
El concejal del PP Alfonso Grau contestó que la sentencia fue recurrida el jueves. El debate entre el popular, Rafael Rubio (PSPV) y Antonio Montalbán (EU) fue subiendo de tono. Hacia el final, Grau afirmó: "Me preocupa bastante más el asalto al [Centro Comercial el] Saler que los muertos de hace 80 años". Antes, Rubio había pedido al Partido Popular una muestra de "sensibilidad" hacia las víctimas. "Pedimos que los familiares tengan un espacio físico donde se recuerde a sus padres y a sus hermanos".
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