De las cárceles a la cabeza del Estado
Abdullahi Yusuf Ahmed fue elegido con 70 años presidente de Somalia en 2004 por el Parlamento provisional. Su designación se celebró en Nairobi porque Mogadiscio no era lo bastante segura. Oficial del Ejército en los años sesenta, Abdullahi fue detenido cuando rechazó participar en el golpe de Estado que llevó a Siad Barre a la presidencia en 1969. Liberado en 1975, intentó derrocar a Barre y, tras su fracaso, se exilió a Kenia. Desde allí dirigió una guerrilla contra Barre. Se benefició del respaldo de Etiopía hasta que sus discrepancias en el conflicto territorial le condujeran otra vez a la cárcel en 1985, esta vez en Addis Abeba.
En los años noventa, Abdullahi volvió a su región natal de Puntland, donde se hizo con la presidencia y declaró la autonomía en 1998. De su gobierno en Puntland, Abdullahi ha sacado una reputación de hombre autoritario y su nombramiento a la cabeza del Estado fue considerada como la última oportunidad de restaurar el orden.
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