España convoca en Madrid a los países que han ratificado la Constitución europea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que su iniciativa de paz, copatrocinada por Francia e Italia, ha sido el desencadenante de la resolución sobre Oriente Próximo aprobada ayer por el Consejo Europeo, con un doble efecto: reforzar la capacidad del alto representante de la UE, Javier Solana, y devolver "la fuerza vital" a la Hoja de Ruta. Al hilo de la cumbre, se dio también a conocer la iniciativa de España y Luxemburgo de reunir el 26 de enero en Madrid a los 18 países que ya han ratificado la Constitución europea.

"Sin ampliación o con ampliación, España es partidaria de reforzar las instituciones europeas", declaró a la prensa Zapatero, que, sin embargo, no abordó con sus colegas la cita propuesta para movilizar al grupo potencial de interesados en que el proceso de ratificación de la Constitución siga adelante, frente a los que la consideran definitivamente muerta; especialmente, cuando las dificultades crecientes para ampliar la UE de 27 miembros podrían servir de argumento para considerar menos urgente una reforma global.

La iniciativa hispano-luxemburguesa se está moviendo a otro nivel. Quedó plasmada en una carta fechada el 14 de diciembre que lleva la firma del secretario de Estado para Europa, Alberto Navarro, y de su colega luxemburgués, Nicolas Schmit. Ambos invitan al resto sus homólogos en los 16 países que ya han ratificado la carta, más los de Rumania y Bulgaria, que hubieron de asumirla en las negociaciones de adhesión, a reunirse en Madrid en la fecha indicada para "hacer un balance de la situación" de sus países y ponerse "de acuerdo sobre los pasos a seguir" para "relanzar el proceso preservando la substancia del texto tal y como lo hemos ratificado".

La iniciativa prevé de entrada otra segunda reunión, el 27 de febrero en Luxemburgo, para un intercambio informal de opiniones con los siete países que aún no se han pronunciado sobre la Carta Magna -Reino Unido, Polonia, Dinamarca, Suecia, República Checa, Portugal e Irlanda- e incluso con los que la han rechazado -Francia y Holanda-.

Los convocantes esperan contar en Madrid con los 18, aunque Alemania podría tener problemas para participar, ya que asumirá en enero la presidencia de la Unión, con la intención de alcanzar en junio un acuerdo para reanudar el proceso constitucional. Dos países que no han ratificado el texto, Portugal e Irlanda, han manifestado un cierto interés en asistir incluso a la cita madrileña. El presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, alabó ayer esta iniciativa como "un fuerte apoyo" y "un mensaje positivo" para el logro de una solución a las cuestiones institucionales de la Unión. El presidente francés, Jacques Chirac, dijo, en cambio, con displicencia que el plan hispano-luxemburgués no merece mucha publicidad y que la gestión del tema debe quedar en manos alemanas.

El presidente Zapatero, que ha mantenido siempre que los países reticentes tendrán que hacer finalmente cuentas con el hecho de que la Constitución ha sido ratificada por la gran mayoría, intervino, sin embargo, poco en los debates sobre las reformas y la ampliación, ya que dedicó todas sus energías a la inmigración y al plan de paz para Oriente Próximo.

En relación con este último punto, Zapatero se mostró totalmente satisfecho por el hecho de que la declaración aprobada, que no menciona en ningún momento a la iniciativa española, recoja, no obstante, su "filosofía" y "objetivos", especialmente el de la convocatoria de una conferencia de paz para Oriente Próximo, que "ha sido ratificado con una voluntad política que no se veía hace tiempo". "Javier Solana tiene ahora un instrumento adicional, y me satisface que España haya estado en el origen de todo ello", añadió. También comentó que la Hoja de Ruta elaborada por el Cuarteto, que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, declaró "muerta" hace dos semanas, "necesitaba para tener la fuerza vital un impulso como el que se le ha dado aquí".

El presidente afirmó que la iniciativa de paz hispano-franco-italiana no se ha agotado en este consejo, sino que "empieza aquí".