La UE estudia aplicar al vino un impuesto como el de la cerveza

El Consejo de Ministros de Economía de la UE, tras un largo debate fiscal, acordó ayer encargar a la Comisión Europea un estudio sobre el impacto que tendría en la producción, comercialización y consumo, la introducción de un gravámen especial sobre el vino. Ese impuesto sería igual al que hasta ahora soporta el consumo de cerveza, según explicó el ministro finlandés de Finanzas, Eero Heinaluoma.

Los productores de vino pueden acabar pagando los platos del largo y encrespado debate sobre la fiscalidad del alcohol que se está librando en el seno de la Unión Europea (UE). Los países consumidores de cerveza, liderados por la República Checa, se opusieron ayer a una revisión de los impuestos especiales sobre esta bebida si no se incluye al vino, que se encuentra exento de estos impuestos desde 1992.

Los ministros no lograron un acuerdo sobre la base de la propuesta finlandesa que proponía una actualización de los impuestos especiales de los vinos espirituosos, como el jerez, y de la cerveza, del 31% y 4,5%, respectivamente.

El ministro checo de Finanzas, Vlaastimil Tlusty, manifestó que "no podía aceptar un creciente aumento de la imposición sobre la cerveza, mientras que el tipo fiscal que soporta el vino es cero". Los países consumidores de cerveza respaldaron la protesta checa. Asumiendo esta discrepancia, el Consejo encargó a la Comisión el estudio del impacto que tendría la aplicación de un tipo mínimo en todas las bebidas alcohólicas, "sin excepciones", en toda Europa. Algunos países, grandes productores y consumidores de vino ya han advertido de que vetarán cualquier iniciativa en esta dirección. La toma de decisiones sobre asuntos fiscales en la UE requiere la unanimidad de los Estados miembros.

Heinaluoma recordó que en la fiscalidad de las bebidas alcohólicas cada vez son más importantes las cuestiones de salud. "Para muchos Estados", precisó, "la salud se ha convertido en un asunto sustancial a la hora de establecer la fiscalidad de las bebidas alcohólicas". El ministro bromeó al apuntar que su país era imparcial sobre esta materia porque era consumidor de vino y alcohol a partes iguales.

Fraude fiscal

El comisario de Fiscalidad, László Kovács, precisó que el Consejo había encargado también un estudio sobre la toma de decisiones en materia de impuestos. El comisario explicó las dificultades registradas durante el consejo y los anteriores para alcanzar un acuerdo en materia fiscal tanto sobre la revisión del IVA para impedir el fraude fiscal, como sobre otras figuras impositivas.

En relación con el IVA, Alemania propone un cambio radical del sistema actual. Berlín quiere sustituir el funcionamiento escalonado de este tributo, donde cada paso de la cadena productiva sólo sufre el gravamen del aumento de valor incorporado, por un impuesto que se aplica al final de todo el proceso.

El Gobierno alemán considera que ésta es la única solución efectiva para hacer frente al fraude del IVA, que asciende a varias decenas de miles de millones de euros en el conjunto de la UE, según distintas estimaciones.

Kovács expresó su confianza de que durante la presidencia alemana, que empieza el próximo semestre, se alcanzará algún tipo de acuerdo en materia de lucha contra el fraude que podría incluir la propuesta alemana.

Los ministros alcanzaron, no obstante, un acuerdo sobre el valor máximo monetario de los bienes que una persona puede importar cuando entre en la UE desde un país tercero sin pagar impuestos. Para los viajeros que lleguen por vía aérea o marítima este límite será de 430 euros, para los que lo hagan en coche o tren el tope será de 300 euros. Hasta ahora el límite para ambas situaciones era de 175 euros.

El otro acuerdo que lograron los ministros sobre fiscalidad se refiere a la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2008 de la directiva de comercio electrónico, que establece que los servicios prestados a través de Internet tributan en el país de consumo.