El país de las rosas
Los sectores exportadores de Ecuador, con la floricultura a la cabeza, esperan que el nuevo Gobierno firme un acuerdo comercial con EE UU
Las rosas amarillas son las que huelen mejor. Lo afirman en Ecuador, el mayor exportador mundial de rosas. La floricultura arrancó con fuerza en el país andino hace apenas 20 años y ya representa más del 5% de las exportaciones. Es uno de los sectores de mayor crecimiento y da empleo a miles de personas en un Estado donde el paro ronda el 10%. Es una industria de la sierra ecuatoriana que demuestra que el país puede vender algo más que petróleo y los típicos productos de la zona costeña: camarones, plátanos, cacao y café.
Los exportadores de flores están más que inquietos por lo que pueda pasar tras las elecciones presidenciales del domingo con el proyecto de negociar un acuerdo de libre comercio con EE UU. Mientras tanto, rezan para que se renueve, antes de que caduque a finales de año, el acuerdo preferente que ya tienen con el gigante del norte y que permite que 577 productos ecuatorianos entren al mercado estadounidense sin pagar aranceles.
Ecuador exporta 15 millones de rosas al año, el 60% a EE UU; el resto, a la UE y Rusia
El candidato conservador, el magnate bananero Álvaro Noboa, se ha pronunciado a favor de firmar el acuerdo comercial con Washington, mientras que su rival, el izquierdista Rafael Correa, se opone al libre comercio con Washington. El voto de los exportadores parece cantado, pero no es así. "Si pienso fríamente en lo que nos conviene a nosotros, Noboa es mi candidato. Pero siento que no puedo pensar sólo en términos comerciales, por eso probablemente no decida mi voto hasta que esté delante de la urna", explica Pablo Cevallos, gerente de Rosadex, una de las empresas pioneras del sector floricultor, que exporta 15 millones de rosas al año, el 60% a EE UU, y el resto lo divide entre la UE y Rusia. Producen una veintena de variedades.
"Sabe lo que ocurre", añade Andrés Dávalos, otro de los ejecutivos de Rosadex, "Noboa no nos garantiza el porvenir. Cómo puedo saber que un hombre con fama de autoritario, que ya posee 110 compañías, no va a utilizar la presidencia para expandir su poder empresarial hasta acabar con la competencia en infinidad de sectores. O quién me dice que Correa, si gana, no acabe negociando un acuerdo comercial con EE UU. Ojalá fuera blanco o negro, pero en Ecuador nada lo es", añade. Dávalos, como principal agente comercial de la compañía, tiene la vista puesta en San Valentín [14 de febrero, Día de los Enamorados], una celebración que le reporta el 25% de sus ventas anuales.
La plantación de Rosadex está en Cayambe, a unos 50 kilómetros al norte de Quito. La finca, que da trabajo a 230 personas (el 70% mujeres), está literalmente en la mitad del mundo. A unos pocos kilómetros hay un globo terráqueo de cemento que certifica la división de los hemisferios. "Como estamos en la línea del ecuador, la luz del sol cae siempre en línea recta sobre las rosas, por eso este país y esta región en particular es la más adecuada para este cultivo", cuenta con entusiasmo Francisco Vallejo, uno de los socios fundadores de la empresa. "De Cayambe y Tabacundo
la gente casi no emigra. El sector floricultor es uno de los que más empleo crean. Mientras el banano ocupa un trabajador por hectárea cultivada, las flores necesitan 14. En todo el país hay 14.000 hectáreas dedicadas a las rosas", añade.
En Cayambe el ingreso per cápita es unos 1.000 dólares más alto que la media nacional, que ronda los 4.000. El centro de la ciudad, de unos 30.000 habitantes, está lleno de flamantes sucursales bancarias y tiendas de ropa, calzado y electrodomésticos, junto a bares y restaurantes.
María Sandoval lleva trabajando en la floricultura desde los inicios del sector y gana unos 250 dólares mensuales. "Soy madre soltera... Tengo un hijo ya adolescente. He salido adelante porque no pago alquiler, vivo con mi madre y hermanos, pero la verdad es que si quisiera vivir sola necesitaría el doble de lo que gano. Pero bueno... estoy bien de todos modos".
Francisco Vallejo, que tiene 54 años, reconoce que pudo fundar Rosadex gracias a la venta de unas tierras y a lo ahorrado tras años de trabajar como agente de seguros. "Ha sido duro, pero hemos ido poco a poco y hemos conseguido ser competitivos. Si dejamos de tener un trato preferente por parte de EE UU perderemos competitividad frente a Colombia
[el otro gran exportador de flores]".
Francisco Rivadeneira, directivo de la Corporación de Exportaciones e Inversiones de Ecuador (Corpei) sostiene que su país no ha perdido competitividad en sus exportaciones por la dolarización de la economía en enero de 2000. "La dolarización ha ayudado a estabilizar la economía y a impulsar el consumo. Por otra parte, el auge de las ventas de crudo, las remesas de los inmigrantes, el turismo y las exportaciones de bananas han mantenido la liquidez del sistema monetario", explica. El dinero de los inmigrantes es la segunda fuente de ingreso de divisas de Ecuador, detrás del petróleo. Se calcula que envían entre 1.200 a 1.500 millones de dólares al año.
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