"Estamos en una crisis económica, política y social"

En la sede del Parlamento palestino en Ramala, la actividad es nula. Ventanas rotas fruto de altercados entre Fatah y Hamás, despachos vacíos y silencio. Abdalá Abdalá (Jerusalén, 1939), veterano dirigente de Fatah y presidente de la Comisión Política de la Cámara, opina que el tiempo se agota para resolver la severa crisis palestina.

Pregunta. Desde hace meses se habla del Gobierno de unidad nacional. ¿Lo cree posible ante el rechazo de Hamás a reconocer a Israel?

Respuesta. El reconocimiento de Israel no es un obstáculo para la formación del Gobierno de unidad nacional. Estamos en una crisis económica, financiera, política, social y de seguridad, y cualquier Gobierno que no puede satisfacer las necesidades de su pueblo tiene que adoptar políticas aceptables o dejar a otros hacerlo.

P. ¿Cuál es entonces el principal obstáculo?

R. No hemos pedido a Hamás que reconozca a Israel, porque el reconocimiento está garantizado por la OLP. Tampoco los partidos israelíes reconocen los acuerdos firmados, ni el Estado palestino. Israel incumple todos sus compromisos.

P. ¿Y el obstáculo para pactar con Hamás?

R. El obstáculo es que no quiere compartir el poder.

P. Pero ganaron las elecciones.

R. La democracia no son sólo elecciones. Hamás tiene que demostrar a la gente que habrá luz al final del túnel. ¿Por qué les pedimos que cambien? Porque la desesperación lleva al extremismo.

P. Hace un mes, el presidente Abbas y el primer ministro Haniya dijeron que el acuerdo estaba hecho, y de repente...

R. Hamás retiró su firma del acuerdo.

P. ¿Por qué?

R. Probablemente la decisión no fue tomada por los líderes en Gaza y Cisjordania. Y sí por Jaled Meshal [líder islamista en el exilio].

P. Muchos opinan que Abbas se echó atrás por la presión internacional, porque Hamás no reconoce a Israel.

R. Nosotros no respondemos a la propaganda. El hecho es que Abbas tenía un acuerdo. Antes de partir a EE UU, para reunirse con el presidente Bush, Hamás rechazó dos puntos del acuerdo. El presidente no lo aceptó. No gozamos del lujo de dejar pasar el tiempo, las cosas empeoran muy rápidamente.

P. Estos días ha habido graves disturbios. Todos coinciden en que orquestados por Fatah.

R. Escuche, los hay que quieren echar gasolina al fuego. Es un episodio transitorio.

P. ¿Cree que no habrá una guerra civil?

R. No, para nada.

P. Si los problemas no se arreglan en dos o tres semanas, ¿se disolverá el Gobierno, se convocarán elecciones?

R. Sólo son planteamientos intelectuales. No excluimos ninguno, pero no hay una decisión tomada.

P. No parece que Fatah esté unido para afrontar unos comicios. En enero perdió, entre otros motivos, porque se presentó muy dividido.

R. Porque no somos un movimiento ideológico, somos un movimiento de liberación nacional y como tal respetamos cada opinión individual. Es nuestro destino. Por supuesto, aprendimos de ello.

P. ¿Puede el presidente controlar a Fatah?

R. Estamos bajo ocupación. ¡Pero si yo no puedo ir de Ramala a Nablus! Israel no quiere que controlemos nada. Nos quiere fragmentados, y son ellos quienes alimentan la división y el odio.