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El nuevo secretario general de la OEI quiere hacer de la organización un referente educativo

España acaparó el mayor protagonismo de la X Asamblea General de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que se celebró la semana pasada en la Ciudad de México. Desde su puesto de nuevo secretario general, el catedrático y ex secretario de Estado Álvaro Marchesi pretende dar un impulso a la OEI para convertirla en "un referente educativo y cultural para nuestros países, que hoy no es".

Con la misma unanimidad que los 22 ministros de Educación de Iberoamérica, España y Portugal eligieron al secretario general para los próximos tres años, decidieron otorgar la medalla de oro de la organización al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, por su iniciativa de canje de deuda por inversión educativa, que ha permitido firmar acuerdos con siete países latinoamericanos por un monto de 360 millones de dólares (más de 285 millones de euros).

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Marchesi es una destacada figura de la educación española que tuvo un papel determinante en la reforma de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). En sus primeras declaraciones como máximo dirigente de la OEI ha expresado el firme convencimiento de que las reformas educativas tienen que ser reformas sociales y no sólo escolares. "No puede haber un cambio educativo si no se abordan las desigualdades sociales y la falta de preparación y cultura de determinados actores sociales", declaró a EL PAÍS minutos después de su elección.

Los objetivos estratégicos del nuevo secretario general de la OEI para los próximos tres años tienen que ver con los problemas fundamentales que tiene la región, la alfabetización, la calidad de la enseñanza y las reformas educativas, las nuevas tecnologías, las relaciones entre la sociedad, la cultura y la educación, la ampliación de la educación infantil, la relación técnico-profesional, la formación en empresas, y la educación ciudadana y en valores. Para el cumplimiento de un programa tan ambicioso Marchesi confía en reunir "a los cien mejores expertos latinoamericanos en educación" e incorporarlos a los proyectos que quiere poner en marcha. Asimismo, propondrá en el próximo consejo de la OEI que se designe a una mexicana como secretaria general adjunta.

"Necesitamos el apoyo de la sociedad, de las empresas y las fundaciones que puedan financiar estos proyectos", dijo al explicar que su objetivo es no incrementar el gasto público y mantener el equilibrio fiscal. Para ello, la financiación deberá proceder, esencialmente del sector privado. De momento, asegura Marchesi, empresas brasileñas, argentinas, españolas y mexicanas han manifestado su interés en colaborar con la mejora de la educación en los distintos países.

El secretario general de la OEI promoverá un acuerdo a favor de la educación en cada uno de los países miembros, que garantice en 10 o 15 años las inversiones, los apoyos al profesorado y la escolarización que aseguren un salto cualitativo. Se trata de trabajar por la mejora de la educación al margen del color político de los gobiernos, aunque Marchesi no renuncia a "sugerir" a los países miembros una reflexión sobre la financiación educativa, que actualmente es claramente inequitativa en detrimento de la enseñanza pública.

La ministra de educación, Mercedes Cabrera, durante la Asamblea de la OEI.
La ministra de educación, Mercedes Cabrera, durante la Asamblea de la OEI.EFE

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