Una ayuda tecnológica vasca para Airbus
CTA logra un contrato de 7,5 millones de euros para probar piezas de los aviones de EAD
El Centro de Tecnologías Aeronáuticas (CTA), el laboratorio impulsado por las principales empresas del sector aeronáutico del País Vasco -Sener, IPT y Aernnova, la antigua Gamesa Aeronáutica-, ha logrado un contrato de 7,5 millones de euros para llevar a cabo las pruebas de resistencia de las principales piezas de los dos aviones más importantes del grupo EADS, el militar A400M y el gigante civil A380. Airbus ha confiado en CTA tras la inversión de seis millones de euros que ha hecho en un laboratorio que cuenta con las tecnologías HALT y HASS para acelerar las pruebas de resistencia de las piezas. CTA puede reducir el periodo de certificación de algunas piezas desde un año hasta casi una semana.
CTA ha invertido seis millones de euros en un laboratorio que puede acelerar las pruebas de resistencia de las piezas de los aviones
CTA se decidió a invertir en esas dos tecnologías cuando los dos principales constructores mundiales -Airbus y Boeing- comunicaron a sus proveedores que iban a hacer un uso masivo de esas dos técnicas con sus nuevos modelos de aviones "para aumentar la fiabilidad de los componentes". Las tres principales empresas del sector aeronáutico vasco decidieron entonces levantar un nuevo laboratorio que dispusiera de esas dos tecnologías denominadas HALT (highly accelerated life test) y HASS (highly acelerated stress screaming). Si bien ya estaban funcionando con éxito en Estados Unidos, todavía no estaban disponibles en Europa.
CTA tiene en este momento 40 empleados de alta cualificación y estima llegar a los 60 en 2008. En 2005 facturó 3,3 millones de euros y espera llegar a los siete millones en 2010. En este momento, CTA tiene ya contratos con los dos principales constructores mundiales. Con Boeing a través de Aernnova, y con Airbus a través de los principales países implicados en el proyecto, España -a través de CESA-, Alemania, Reino Unido y Francia. En 2008 espera superar la inversión de un millón de euros, en torno al 20% de la facturación, en I+D+i.
Primeros vuelos
Del contrato de 7,5 millones, CTA facturará 3,5 con las diversas pruebas que va a realizar al avión militar A400M, cuyo primer vuelo está previsto para finales de 2008 en Sevilla, donde está siendo ensamblado. Los primeros aviones comenzarán a suministrarse en 2009 si no hay retrasos en el proceso de producción. CTA va a someter los paneles de revestimiento del fuselaje a las pruebas de resistencia para comprobar que sobreviven a su ciclo de vida. Además tienen que someter a pruebas los sistemas que mueven tanto el portalón como la rampa trasera de este avión. Si las placas que recubren el avión pueden tener hasta dos metros de largo, algunos de los actuadores de la rampa tienen cuatro metros.
CTA, que lleva un año de gira por Europa para presentar a sus principales clientes el nuevo laboratorio de 1.300 metros cuadrados, ha trabajado con la NASA, ESA, Rolls Royce, Honeywell, Embrear y Sikorsky, entre otros muchos fabricantes aeroespaciales. Una de las principales novedades del sistema de pruebas de vida acelerada es que incorpora la utilización de nitrógeno, que facilita cambios de hasta sesenta grados centígrados en un minuto.
Dentro de la aviación civil, CTA se embolsará cuatro millones de euros para realizar los ensayos de fatiga del flap central del superrumbo A380, la superficie móvil de ocho metros por tres y medio situada en las alas, y del tren principal de aterrizaje. Los flaps son una aportación del ingeniero vitoriano Heraclio Alfaro en la primera mitad del siglo XX para incrementar las superficies de sustentación de los aviones y permitirles operar a velocidades más bajas. CTA tiene en el laboratorio de Zamudio, Vizcaya, el centro de pruebas para motores, y en Vitoria, más dedicado a estructuras por la cercanía de Aernnova, ha construido un edificio para albergar los equipos de las pruebas de vida acelerada. En esta planta va a someter a los flaps a ciclos de carga equivalentes a 20.000 vuelos, con 21 actuadores que simularán la carga aerodinámica y la torsión a la que es sometida la pieza en vuelo. En el caso del tren de aterrizaje del A380, se trata de un contrato firmado con Airbus Reino Unido para demostrar la fiabilidad de esta pieza que soporta el peso de los aterrizajes de un avión diseñado para transportar hasta 800 pasajeros. CTA va a realizar ensayos equivalentes a cinco vidas de esa pieza, teniendo en cuenta que en cada vida va a soportar 19.000 aterrizajes.
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