"Lo he pasado muy mal; ahora me querellaré yo"

Andrés Bernardo Aranda había intentado mantenerse fuera de los focos del caso Leganés. Aranda, madrileño de 33 años, trabajó en las Urgencias del hospital Severo Ochoa entre 2000 y 2004. La denuncia de una familia contra la sedación terminal a su padre ha sido la primera en solventarse. Ayer reventó con rabia: "La familia ha buscado el dinero y me han hecho pasar un año y medio muy duro a mí y a mi familia, me querellaré contra ellos".

Pregunta. ¿Esperaba el archivo?

Respuesta. Sí. Se ha hecho muy largo, pero la justicia es inexorable. La denuncia no podía prosperar en ningún caso. Ni ésta ni creo que las demás.

P. ¿Por qué estaba tan convencido?

R. En este caso, el de Cándido [Cándido Pestaña, el paciente de 78 años, enfermo crónico de EPOC y con cáncer que falleció en urgencias en 2003], el tratamiento que le dimos fue ejemplar. Intentamos ingresarlo en la UVI y los médicos de allí lo desestimaron. Le pusimos oxígeno y le tratamos, aunque la familia y su abogado han dicho que no lo hicimos, y, cuando ya no se podía hacer nada, informamos a la familia y lo sedamos como está indicado.

"La familia dio su consentimiento a la sedación, pero luego ha buscado dinero"

P. La familia dice que no estaba informada.

R. Está en la historia clínica y en la historia de la enfermería que la familia da su consentimiento. Han ido a por dinero y me han hecho mucho daño. Ahora me querellaré contra ellos. Mi madre, que es muy mayor, lo ha pasado fatal, y mi mujer ha pasado todo el embarazo con esta losa. He sufrido un acoso judicial durante un año por interés económico y sin pruebas

P. Quedan otros casos.

R. Están en investigación, pero el juez ha alabado el tratamiento dado a Cándido. La auditoría de 2003 dijo que el trabajo en urgencias era ejemplar. Y ojalá hubiera en todos los servicios de urgencias de España un coordinador como Luis Montes y tan buenos médicos como los que allí había. Montes es un médico extraordinario entregado a la sanidad pública y que ha sido vapuleado injustamente.

P. Si es así, ¿por qué todo esto?

R. Hay interesados en que seamos culpables.

P. ¿Se refiere al consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela?

R. Cuando acabe todo, habrá que pedirle responsabilidades.

P. La comisión Lamela consideró que en este caso la sedación estaba contraindicada.

R. La comisión dijo que la dosis era excesiva, pero los peritajes independientes encargados por el juez desmienten a la comisión nombrada por Lamela. Hicimos todo lo posible por salvarle la vida. El tratamiento fue ejemplar, y cuando no pudo ser, lo sedamos de acuerdo con la familia. Y eso es lo que ocurrió.