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Entrevista:CATALUÑA EMERGENTE | Ramon Llagostera

"El sector vinícola en Cataluña tiene un gran potencial"

Robert Parker, el gurú más influyente del mundo del vino, ha valorado el Mas Doix como uno de los mejores de España, con una puntuación de 98 plus sobre 100. Se elabora en Poboleda, a los pies de la sierra del Montsant, bajo la denominación de origen Priorat, con las variades autóctonas de uva garnacha y cariñena. La familia Doix Llagostera, bajo la dirección de Ramon Llagostera (Barcelona, 1964), recuperó en 1998 una tradición de tres generaciones para conseguir la excelencia y prestigio internacional.

P. ¿Por qué el vino de Priorat es tan apreciado?

R. Tiene una personalidad muy fuerte, determinada por el entorno natural: el suelo de pizarra licorella y un microclima de bajas temperaturas durante la noche y altas durante el día.

P. Es el vino español con mayor graduación. ¿Puede eso afectar a su consumo dadas las tendencias actuales?

R. Puede ser un inconveniente en lo relativo a cierto tipo de consumidores a quienes no les gusta el vino de alta graduación, pero no en lo que concierne a los que aprecian un vino con personalidad.

P. ¿Cuál es la historia del Mas Doix?

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R. Mi familia ya elaboraba vino antes de 1850, pero después de la plaga de filoxera las uvas procedentes de todas las bodegas se destinaban a la cooperativa, donde se mezclaban y el resultado se vendía a granel. Así, las calidades de las diferentes producciones se perdían; sin embargo, los franceses se desplazaban hasta la comarca para comprarlo porque apreciaban su calidad y potencial. Cuando nos planteamos reactivar el Mas teníamos la ventaja de que, a principios de la década de 1990, un grupo de bodegueros emprendedores -entre ellos René Barbier y Álvaro Palacios- había conseguido impulsar la zona, que pasó de elaborar vinos a granel a vinos embotellados de alta calidad.

P. Un pariente suyo, Joan Doix, fundó la cooperativa de Poboleda.

R. Sí, y gracias a él ha sido posible nuestro actual negocio, ya que ha ido manteniendo los viñedos que tenemos en producción. Y todavía se dedica a ellos.

P. ¿Cuáles han sido las claves de su éxito?

R. La primera, tener los objetivos muy claros. La segunda, contar con viñedos viejos -algunos de ellos alcanzan incluso los 150 años-, aunque a mí me gusta llamarlos sabios porque en un año seco y sin lluvias, las raíces hacen su trabajo para alimentar a la planta y conseguir el mejor fruto. La última es el equipo, complementario y muy bien engranado.

P. ¿Sus objetivos?

R. Dedicar todos nuestros esfuerzos a lograr un vino de altísima calidad, buscando la excelencia.

P. ¿Y su estrategia a escala empresarial?

R. Posicionarnos a través del reconocimiento de expertos. Y nos ha ido muy bien. Antes de embotellar, ya tenemos vendida toda la cosecha. Nuestro prestigio internacional hace que nos llame gente de Singapur o de Tokio para adquirir nuestro vino. No lo encuentran en su país y están dispuestos a desplazarse hasta Cataluña para catarlo y comprarlo.

P. ¿Quiénes son sus principales clientes?

R. El 75% de nuestra producción se vende en el extranjero y el resto, a alta restauración de toda España. Exportamos a 20 países, principalmente a aquellos en los que existe consumo de vinos de calidad y que están dispuestos a pagar un precio elevado por ellos, como Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y Japón. En estos momentos, Estados Unidos es nuestro primer cliente. Ahora queremos cuidar un poco más el mercado interior porque nos sabe mal no poder atender a gente en España.

P. ¿Cuáles son sus perspectivas de crecimiento?

R. En la actualidad estamos produciendo 50.000 botellas anuales y nuestro techo está entre 80.000 y 90.000, a las que queremos llegar de forma gradual. No creo que por encima de esa cifra podamos mantener la calidad que nos caracteriza.

P. En el Priorat hay muchas plantaciones de viñedos jóvenes y actualmente aparecen nuevos países productores de vino. ¿Existe sobreproducción?

R. En Europa, por un lado, gran cantidad de bodegueros están haciendo vinos de calidad a precios razonables y, por otro, se da la sobreproducción. En un momento dado, la Unión Europea subvencionó muchas plantaciones de viñedos y ahora quiere arrancar unas 500.000 hectáreas porque el mercado se ha vuelto insostenible. Creo que se tardarán unos dos años en regularlo. En el Priorat el caso es un poco distinto porque, aunque se plante mucho, las producciones son tan limitadas que su total equivale al volumen de una bodega del Penedès o de La Rioja.

P. ¿Cómo se financió Mas Doix?

R. Con préstamos y mucho esfuerzo.

P. ¿Y cómo innova?

R. No hemos hecho grandes innovaciones, sino pequeñas innovaciones pero en muchos detalles relacionados con todos los ámbitos de la empresa, cuya suma ha acabado siendo determinante para la mejora del producto. Por ejemplo, diseñamos nuestros depósitos y la forma de las plantaciones. También desarrollamos colaboraciones con la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Entre otros estudios conjuntos, hemos realizado unos análisis sobre la fijación del color.

P. ¿Cómo ve el sector vinícola en Cataluña?

R. Existe un gran potencial, pero tenemos que vigilar porque lo queremos todo, turismo, servicios, tecnología, industria, productos agrarios... y estas actividades se deberían repartir de manera coherente a lo largo del territorio, como ocurre en Francia, para garantizar así que el producto de una zona tenga un valor consolidable. Cuando mezclas diversas actividades, la que tiene menos impacto termina desapareciendo.

DATOS

- Mas Doix es una bodega familiar del Priorat. Cuenta con una plantilla de seis trabajadores que se amplía durante la época de vendimia.

- La dirige Ramon Llagostera, ingeniero industrial y 'master' en administración de empresas. Antes de iniciarse en el mundo vitivinícola trabajó en grandes empresas, entre ellas la farmacéutica Almirall y el Grupo PepsiCo.

- Su bodega fue presentada oficialmente en la feria Vinexpo 2001, en la ciudad francsa de Burdeos, donde lanzó su primera cosecha, la de 1999, limitada a causa de la climatología, pero muy bien recibida.

- Las plantaciones de la bodega ocupan 22 hectáreas, de las que por el momento tan sólo se aprovechan 15.

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