Una red de empresas, expertos y ONG se unen contra la corrupción en el sector del agua
Alrededor de 1.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable. Una de las principales razones es la corrupción, según un informe de Naciones Unidas publicado este año. Para hacer frente a esta situación, que pone en grave peligro uno de los objetivos del milenio (que la cifra de personas sin acceso agua potable se reduzca a la mitad en 2015), un grupo de asociaciones de expertos y empresas, liderado por la ONG Transparencia Internacional, ha creado Water Integrity Network (WIN). La iniciativa se prensentó ayer en la Semana Internacional del Agua, que reunirá en Estocolmo (Suecia) a más de 700 expertos hasta el próximo sábado.
"No se ha prestado suficiente interés al problema de la corrupción en la distribución del agua" y por eso "está sin resolver", aseguró Donal O'Leary, de la ONG Transparencia Internacional, para explicar por qué es necesaria una iniciativa como Water Integrity Network (WIN). La primera misión de la red es recoger datos fiables, ahora inexistentes, sobre este tipo de corrupción, que se ceba principalmente en los países pobres. "Sí sabemos que es muy común, pero desconocemos cuánto", aseguró Håkan Tropp, del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo y miembro de WIN. El Banco Mundial calcula que entre 20% y el 40% de los recursos financieros del sector de la distribución del agua se pierden por culpa de la corrupción, latente sobre todo en el cobro de sobornos, tanto en la construcción de infraestructuras como durante la distribución posterior del agua.
Una vez señaladas y denunciadas las fuentes del problema, el siguiente paso que propone WIN es llevar a cabo planes de acción en los países cuya intervención sea más imperiosa, para después trasladarlos a todos los países. Acuerdos de buenas prácticas con el sector de los fabricantes de tuberías en Colombia y Argentina, o el programa de vigilancia que desde 2001 ha ahorrado 2,4 millones de euros en la ciudad de Karachi (Pakistán) son algunos de los proyectos que ya ha desarrollado Transparencia Internacional.
Mala gestión española
No se trata de corrupción, pero sí de una "pésima gestión del agua". Así calificó Greenpeace la administración de los recursos hídricos que se hace España en un informe que la ONG presentó durante la Semana Internacional del Agua en Estocolmo. La mala gestión se debe al uso del agua sin restricciones en agricultura (el 78% del líquido lo consume este sector y sólo el 15% de los regadíos son eficientes, asegura en estudio) y turismo.
Por su parte, el director general de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, reconoció ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, que España necesita reorientar su política para acabar con el concepto de que el agua es un bien que sobra y "ajustar su uso y consumo", informó Efe.
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