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Reportaje:

Biodiversidad desconocida

Un informe del CSIC alerta de la escasa investigación de las especies que habitan la región y de su desprotección

Esther Sánchez

La biodiversidad de la Comunidad de Madrid es una gran desconocida. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) sostiene que la última revisión de conjunto de la variedad biológica se llevó a cabo entre 1851 y 1858. Esta situación conduce a que se protejan zonas sin saber qué especies habitan en ellas, se olviden otras en las que puede pervivir fauna endémica, y se fumiguen bosques y cultivos "alegremente". Así se ha llegado a un punto en el que muchas especies están en peligro, como, por ejemplo, la rana ibérica y los moluscos de agua dulce.

Ahora la Comunidad de Madrid ha financiado el proyecto del CSIC de un año de duración titulado Evaluación del conocimiento y del estado de conservación de la diversidad animal de Madrid. El coordinador del proyecto, Mario García-París, piensa que el desinterés por investigar la diversidad biológica de la región se debe a que, en la actualidad, priman las cuestiones mercantiles sobre las medioambientales.

La rana ibérica y la salamandra se hallan entre las especies más amenazadas

"Hemos tenido muy poco tiempo. Habremos evaluado un 5% de la fauna. Por ejemplo no se han estudiado los mamíferos. Por tanto, queda un trabajo ingente por hacer. Pero necesitamos que "exista un interés de la Comunidad y de especialistas que sepan reconocer a los animales", explica el coordinador del estudio Mario García-París.

La región, como el resto del planeta, está sumida en la llamada Crisis de la Biodiversidad, que supone la pérdida de organismos, tanto especies como poblaciones. En Madrid el problema es, para los científicos del CSIC, "particularmente serio" porque se ha unido un importante desarrollo industrial, un crecimiento espectacular de la superficie urbanizada y una gran expansión de las infraestructuras viarias.

Una mezcla explosiva que ha afectado a multitud de especies animales, pero que, sobre todo, se ha cebado con los anfibios y los moluscos de agua dulce. El estudio incide en que, a pesar de la desaparición alarmante de algunas especies, "en el listado del Catálogo de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid no figura todavía ninguna especie de molusco".

En cuanto a los anfibios, más de la mitad de las especies (el estudio ha encontrado 18) están amenazadas. La salamandra está en regresión; el sapo partero, "casi amenazado o en peligro", y la rana ibérica, "en peligro". Esto se debe a la pérdida continua de hábitats terrestres y acuáticos y a la fragmentación de las poblaciones.

Los atropellos contribuyen a la desaparición de un buen número de anfibios. Incluso hay lugares que ya tienen la consideración de "puntos negros" por la cantidad de animales que aparecen muertos.

"La solución es tan sencilla como poner unas planchas de plástico en los bordes de la carretera, de tal manera que las ranas no las pueden atravesar, y así se las conduce hasta un punto de cruce por debajo de la vía", explica García-París. Pero esto tan sólo existe en un único lugar, entre las localidades de Torrelodones y Hoyo de Manzanares, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

No son los únicos en peligro. Varias especies de escarabajos están en peligro de extinción, "o tal vez definitivamente extinguidas". Una de ellas (meloe Tuccius) era frecuente hace 10 o 15 años en el área urbana, y ahora "se la puede considerar como casi desaparecida".

El estudio culpa del estado en que se encuentran estas poblaciones a la imparable urbanización, el uso de herbicidas en las cunetas, el empleo masivo de productos fitosanitarios en los cultivos, campos de golf y jardines, y a las fumigaciones aéreas contra plagas.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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