"Suelen asegurar que han usado el condón"

"Lo pasé fatal porque era sábado y en ningún sitio podían suministrarme la píldora del día después hasta el lunes", cuenta V. M., madrileña de 25 años. En Madrid, los hospitales no consideran la posibilidad de embarazo una emergencia, así que la mayoría de chicas que acuden a urgencias -generalmente en sábado o domingo- suelen encontrarse con que de allí les derivan a un centro municipal de salud. El problema es que los centros de salud, donde suministran la píldora de forma gratuita, no abren más que durante los días laborables. Así que al temor por un posible embarazo, se une la imposibilidad de conseguir la píldora postcoital, que es efectiva hasta 72 horas después del coito de riesgo.

De los 14 centros de salud dependientes del ayuntamiento de Madrid sólo dos abren en fin de semana, y son los más concurridos. En el resto de centros, el día en que se registra una mayor demanda es el primer día de la semana. "El lunes atendí a 15 personas; hoy [por ayer] sólo llevo dos", comentaba uno de los médicos del centro de salud de Ciudad Lineal. Según él, el incremento en el uso de la píldora del día después se debe a que la población "cada vez la conoce más".

La enfermera del centro, sin embargo, advierte de que los jóvenes se plantean el sexo de una forma "lúdica y sin cabeza" y que se está notando el descenso en la edad de iniciación sexual. Ella es quien atiende en el centro a los menores que acuden en busca de la píldora y que allí le administran sin ningún coste. Tienen la obligación de preguntarles por la causa del temor de embarazo y "generalmente aseguran que han usado el preservativo y que se les ha roto o se les ha quedado dentro, aunque pueden mentirnos", dice.

En el centro de salud suministran en el acto la píldora, tras rellenar un formulario y firmar un folleto de consentimiento. Los menores de 16 años -un 4,2% de las mujeres que tomaron la píldora en 2004- necesitan el consentimiento paterno para solicitarla.