Una guía orienta a las empresas sobre la forma de lograr la igualdad

El Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde acaba de editar una guía para orientar a las empresas de la comunidad autónoma sobre la forma de lograr la igualdad entre hombres y mujeres. A través de una serie de consejos, e identificando los obstáculos que impiden la correcta promoción de la mujer, la guía plantea una especie de autoevalución para que cada empresa se dé cuenta de lo que tiene que mejorar.

La directora de Emakunde, Izaskun Moyua, presentó ayer esta guía, de la que se han editado 5.000 ejemplares, junto a representantes de las diez empresas que han colaborado en su redacción. Moyua señaló que la discriminación laboral afecta de manera general a las trabajadoras vascas, independientemente de su cualificación profesional. El objetivo fundamental de la publicación es erradicar la discriminación hacia la mujer en los procesos de promoción y de desarrollo profesional. Para ello, enumera los posibles factores de discriminación a partir de la siguiente pregunta: ¿qué elementos están incidiendo en dificultar el acceso de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres a los puestos de dirección?

La respuesta permite dividir estos factores negativos en tres ámbitos: laboral y profesional, sociofamiliar y personal. Aunque el campo laboral es donde fundamentalmente deben actuar las empresas, Emakunde advierte de que no deben obviar los otros dos, porque de lo contrario estarán "perpetuando" en sus promociones los factores discriminatorios de estos ámbitos. Por ejemplo, en el apartado laboral, la guía recoge algunas de las principales dificultades en el campo de la simbología, como el mito de la dedicación plena (las mujeres dan siempre prioridad al cuidado de la familia y no se entregan plenamente al trabajo, al contrario que los hombres).

Falta de estímulos

También destaca el espejismo de la igualdad ya conseguida (creencia según la cual todos son iguales porque ya lo dice la ley y la discriminación pasaba antes y no ahora) y el mito de la capacidad técnica (las mujeres carecen de capacidades innatas y de posibilidades de aprendizaje en ámbitos técnicos y tecnológicos).

En el ámbito de la organización, también dentro del apartado estrictamente laboral, destaca la falta de motivación y estímulos para las mujeres. A menudo, se presentan los puestos de liderazgo y dirección como una especie de duro camino de renuncias personales y familiares no apto para quien desee tener un proyecto de vida más allá de su carrera profesional, se destaca en la guía. Esta circunstancia, sumada a las promociones poco transparentes y objetivas y la valoración de la antigüedad como el mayor mérito en la empresa, son factores que dificultan el acceso a la dirección de las mujeres.

La guía propone 34 estrategias para romper con todos estos obstáculos, entre las que figuran la de redefinir los puestos de trabajo y estimular a las mujeres para que hagan planes de desarrollo profesional y asistan a cursos de capacitación.

Además, cita el reparto equitativo de las responsabilidades y trabajos domésticos, la visualización de mujeres en puestos de responsabilidad y liderazgo, y la segregación de datos de hombres y mujeres al realizar análisis y diagnósticos. La reorganización de los tiempos de trabajo, la flexibilización de los horarios de trabajo y la creación de redes de mujeres con cargos directivos son también aspectos a tener en cuenta.