Los Bernat venden Chupa Chups a la italiana Perfetti van Melle

España se ha quedado sin una de sus cinco marcas más conocidas. La segunda generación de la familia Bernat ha vendido el 100% de Chupa Chups a la multinacional italiana Perfetti van Melle (Mentos o Happydent), lo que la convertirá en el mayor grupo de confitería industrial del mundo, informaron ayer ambas compañías. Fuentes cercanas a Chupa Chups sitúan el precio de la compra en 400 millones de euros.

Medio siglo después de que Enric Bernat, fallecido en 2003, inventara el caramelo con palo y en 1964 le diera el nombre de Chupa Chups y lo convirtiera en un auténtico fenómeno de la confitería mundial, sus hijos han vendido la empresa.

La decisión se ha tomado "tras un profundo proceso de análisis por parte de Chupa Chups", que -asegura la empresa en un comunicado conjunto- "inició hace meses la búsqueda de posibles aliados para mejorar y consolidar su posición de mercado".

Ambas empresas mantienen una relación empresarial desde hace casi 10 años, que se ha materializado en dos empresas conjuntas de distribución en Alemania y Reino Unido, así como un acuerdo de distribución en Polonia.

Tras estudiar diversas alternativas, como una posible salida a Bolsa, y la entrada de un socio con una participación minoritaria, según fuentes cercanas a Chupa Chups, la familia Bernat consideró a Perfetti van Melle "el mejor aliado posible para alcanzar los objetivos estratégicos y por la complementariedad entre ambos".

La operación dará lugar al mayor fabricante mundial de confitería de azúcar -excluyendo chocolate-, por delante de Cadbury. La empresa fundada por Bernat, presente en 150 países del mundo, aportará sus ventas de Chupa Chups y los caramelos Smint -por los que durante 2004 ingresó 264 millones de euros- a los 1.500 millones que Perfetti prevé facturar este año.

El grupo, con sedes en Lainate (Italia) y en Breda (Holanda) -fruto de la adquisición de Van Melle por parte de Profetti en 2001-, produce y distribuye productos de confitería y chicles en unos 130 países con marcas como Mentos, Golia, Fruitella, Happydent, Alpenliebe, Frisk o Vivident, y cuenta con unos 12.000 trabajadores en centros de Europa, Asia-Pacífico y América.

El actual presidente ejecutivo de Chupa Chups, Xavier Bernat, aseguró ayer, en el comunicado, que "la operación supone reforzar la situación competitiva de la empresa y asegurar un brillante futuro para sus marcas en todo el mundo. Además, representa una excepcional oportunidad para sus empleados y el futuro de sus centros industriales".

Inquietud por el empleo

La empresa, con sede en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), mantendrá la sede en Cataluña y sus "principales" centros en España (Villamayor, en Asturias, Sant Esteve y Zaragoza).

El acuedo "confirma" el respeto a los compromisos alcanzados en su momento por Chupa Chups, tanto con los trabajadores y sindicatos como con la administración central, autonómicas, locales y organismos públicos, "con el compromiso especial de llevar a cabo las inversiones previstas en la nueva fábrica de Sant Esteve Sesrovires", indica el comunicado.

Sin embargo, fuentes cercanas a la empresa no se atreven a garantizar todo el empleo. La empresa advirtió recientemente a los sindicatos de que la fábrica barcelonesa no es competitiva, por lo que se puede "construir un tipo de fábrica u otro". Con más o menos gente. Hoy trabajan cerca de 150 personas.

Por ese motivo, los sindicatos mostraron ayer inquietud ante la operación, informa Glòria Ayuso. Las centrales exigieron a la dirección que los nuevos propietarios asuman las condiciones laborales que se pacten en el convenio colectivo, actualmente en negociación. "No estamos tranquilos", aseguraron fuentes sindicales tras una reunión convocada por la dirección ante el sentimiento de incertidumbre que planeaba sobre los trabajadores.