Bolivia apoya la Constituyente que definirá la "refundación" del país
Evo Morales anuncia una "revolución agraria, no una reforma"
El Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido del presidente boliviano Evo Morales obtuvo ayer, según los primeros sondeos, la victoria en las elecciones a una Asamblea Constituyente que elaborará en los próximos meses una nueva Carta Magna, pieza fundamental en el proyecto del mandatario para "refundar Bolivia". Sin embargo, el MAS, con 125 escaños y un 52,2% de los votos, quedó muy lejos de los 177 escaños que le hubieran permitido aprobar los artículos del texto sin problemas.
Para el presidente, el nuevo régimen debe basarse "en los recursos de la madre tierra"
El mandatario indígena vaticinó ayer que la nueva Constitución establecerá la gestión por parte del Estado de los recursos naturales y anunció la entrada en vigor de una "revolución agraria". Con estos resultados Morales se mantiene más o menos en el mismo nivel de respaldo en las urnas que el pasado diciembre cuando accedió a la presidencia del país. En segundo lugar, y según los datos obtenidos por Apoyo/Beyond para la televisión ATB y el diario La Razón se sitúa el Poder Democrático y Social (PODEMOS), del ex presidente Jorge Tuto Quiroga, con 78 escaños (34,5%) seguido de Unidad Nacional con 12 congresistas (7,8% de los sufragios).
Inmediatamente después de votar en un pueblo del Chapare, en el centro del país, Morales convocó una rueda de prensa y anunció que según la futura Constitución los recursos naturales no sólo serán propiedad del Estado sino que estarán bajo la gestión de éste. "La Asamblea Constituyente no sólo liberará a los pueblos sino a los recursos naturales que no deberían ser ni siquiera otorgados en concesión", destacó el mandatario. "Estoy convencido de que el nuevo régimen económico de nuestro país se debe fundamentar en los recursos naturales que nos sigue dando la madre tierra, la Pachamama y tiene que terminar el latifundio en Bolivia", destacó para añadir que el próximo dos de agosto su Gobierno va a presentar "una revolución agraria, no una reforma".
Morales aseguró que el presidente brasileño, Lula da Silva, estará presente el próximo día seis de agosto en Sucre para la sesión inaugural de la Asamblea Constituyente a la que también asistirán el venezolano Hugo Chávez y el argentino Néstor Kirchner. El presidente boliviano expresó su deseo de que acuda también el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Morales aseguró que el presidente argentino le había comentado el jueves en Buenos Aires: "Zapatero es uno de los defensores de tu Gobierno".
En juego se encontraban ayer 255 escaños de los cuales son necesarios dos tercios para la aprobación de los artículos de la nueva Constitución, un listón que ha quedado lejos del MAS. El mandatario boliviano reconoció además no sólo basta con ganar los escaños sino que es necesario "atar en corto" a los congresistas para que se atengan a la disciplina de partido. "Queremos disciplina entre nuestros constituyentes porque estamos preocupados por el comportamiento de algunos parlamentarios en La Paz".
La capital constitucional, Sucre, al sureste de La Paz, fue ayer escenario de los incidentes más graves cuando varios centenares de indígenas que habían irrumpido en la ciudad manifestándose fueron dispersados por la policía, informa Mabel Azcui. Los indígenas aseguraban sentirse discriminados por los partidos políticos. "Ante su intolerancia para dispersarse se han empleado elementos químicos", explicó Víctor Sánchez, vocal de la Corte Departamental Electoral.
La nueva Cámara tiene un plazo de un año para elaborar un nuevo texto que luego deberá ser ratificado en referéndum, pero observadores internacionales dudan de que en este plazo sea posible concluir los trabajos de un texto con el que el Gobierno pretende "refundar Bolivia" tocando temas tan sensibles como la propiedad, la configuración territorial y el mismo funcionamiento del Estado. Sobre estos puntos se ha lanzado el PODEMOS de Tuto Quiroga quien recalcó después de votar en Santa Cruz: "Queremos una Bolivia donde se respete la propiedad privada, la libertad de culto y alejemos nuestro destino de las injerencias externas", subrayó el opositor en referencia a la cada vez mayor presencia venezolana en Bolivia. PODEMOS ha realizado una campaña muy simple, alejada de promesas y discursos políticos con anuncios en los que amas de casa expresaban temor a perder sus viviendas y a la alianza con Venezuela.
La ayuda venezolana sigue siendo objeto de controversia en Bolivia. La presencia de trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PdVSA) ataviados con vistosos uniformes rojos es patente en Santa Cruz y La Paz. En algunos hoteles de la capital boliviana se alojan permanentemente militares venezolanos de uniforme. PdVSA, bajo el lema "Petróleo para la integración de los pueblos", patrocina campañas de alfabetización con publicidad en la que los beneficiarios realizan afirmaciones que la oposición ha calificado de campaña electoral a favor del Gobierno de Morales.
Otro aspecto que en las últimas semanas también ha pasado a primer plano del debate político y social es la cuestión religiosa. La Constitución establece que la religión oficial del Estado es la católica y el MAS quiere eliminar este punto de la nueva Ley Fundamental. Parte de la oposición ha aprovechado la polémica y ha denunciado que el movimiento indigenista pretende acabar con la libertad religiosa en el país. Morales reiteró ayer junto a la urna en la que depositó su voto que la religión católica "será respetada".
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