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La música de los veteranos ilumina el festival Primavera Sound de Barcelona

Motörhead abrió el evento que ayer vivió su jornada final con la actuación de Lou Reed

El guiño a los artistas veteranos y con recorrido le ha salido bien al Primavera Sound. El festival barcelonés ha mantenido el pulso de sus dos primeras jornadas gracias a nombres como Motörhead, Yo La Tengo, ESG, Dinosaur Jr o The Flaming Lips, grupos ya curtidos que se han impuesto en un cartel en el que también han destacado Richard Hawley, Drive-By Truckers y la esperada actuación de Lou Reed. El apartado de los fiascos queda reservado a bromas como I'm From Barcelona y al lamentable concierto ofrecido por Baby Shambles, cuyo líder, Peter Doherty, fue denunciado a la policía por inyectarse heroína en el lavabo del avión que lo trasladaba a Barcelona.

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Una noche de grandes en el Primavera Sound

El pulso Doherty-Motörhead fue el que marcó la jornada inaugural el jueves en el parque del Fórum, seguida según datos de la organización por unas 12.000 personas. El nuevo muñeco roto del pop inglés, conocido más por sus excesos y noviazgos que por sus prestaciones artísticas, ofreció un espectáculo patético. Tras el incidente en el avión, un Doherty notablemente alterado quiso capitanear su banda y sólo consiguió un estrepitoso naufragio comandado por cigarrillos, cerveza y cualquiera que fuese la sustancia que le permitía mantenerse, mal, en pie. A su lado, Lemmy Killmister, un sexagenario que probablemente ha cometido más excesos en su vida que los que jamás llegará a contar Doherty, plantó cara a la audiencia indie con un concierto categórico, avasallador y pleno que le aupó a la cualidad de triunfador de la noche. La banda de Killmister aplanó cualquier atisbo de resistencia y laminó los oídos de los miles de espectadores. Lo que parecía una boutade de la organización al programar una banda como Motörhead, acabó salvando la primera noche.

En el plano artístico también destacaron Yo La Tengo que mezclaron vigor y tensión con momentos más relajados, casi próximos al pop, que no acabaron de cuajar entre el respetable, que quería electricidad. La primera noche tuvo también un momento para el humor con el colectivo I'm From Barcelona, grupo sueco que toma el nombre de un latiguillo de la añeja serie de televisión Faltwy Towers. El resultado en escena es una suma de Los Inhumanos y de Viva La Gente para público indie con más de 20 vocalistas al servicio de canciones tontorronas.

La segunda jornada del festival, como la primera protagonizada por la ya tradicional y abundante presencia de público extranjero, en Barcelona sostén de muchas citas musicales, exaltó a bandas como The Flaming Lips, cuya actuación contó en escena con la desinteresada colaboración de varios Santa Claus y diversos superhéroes de cómic. Pese a que por fortuna ya menudean los conciertos en España de este trío norteamericano, jamás deja de fascinar la infantil y fértil imaginación de un Wayne Coyn, que comenzó la actuación lanzando confeti, serpentinas y globos mientras sonaba Raze for the prize. Su sinfonismo de bolsillo y la hermosura de la melodía, una de esas que genera brillo en los ojos y sonrisa en la cara, marcó uno de los momentos del festival.

La segunda noche tuvo más momentos para el recuerdo. Por ejemplo la actuación de ESG, un grupo veterano, femenino y minimalista de funk. Siguiendo la máxima gastronómica de que lo que cuenta es la materia prima, en su caso la música negra, y considerando que la buena materia prima no precisa de excesiva elaboración, lo que en ESG se traduce en minimalismo rítmico y reiteración, las neoyorquinas cocinaron una receta sencilla, implacable y triunfal. No menos triunfal resultó el concierto de Richard Hawley, un artista con voz de crooner y la vista e inspiración puesta en Roy Orbison. Escuchar mecido por la brisa nocturna del mar canciones como The ocean, declarada por su autor como su favorita, fue un placer para los espectadores concentrados frente al escenario Rock de Lux y uno de los pocos momentos femeninos de un festival que este año está marcado por música con bastante testosterona.

Ayer cuando la luz del día se disipaba, subió al escenario principal Lou Reed, con cara de Moai de la isla de Pascua, camiseta blanca, sin gafas, en pantalón deportivo. Tras una introducción instrumental se inició ese trotecillo que caracteriza su sonido, fundamentado en los acordes de guitarra. Los temas What's good, Ecstasy y Dirty Boulevard hicieron entrar al público en el cabeceo que necesariamente obliga su música.

Al frente de una banda con dos bajistas que incorporaba a un joven que se encargaba de tratar el sonido con diversos efectos y que se lució en un largo desarrollo de The raven, Lou Reed tocó relajado durante más de una hora, pero no incorporó temas clásicos como Coney Island Baby.

Lou Reed, anoche en el Primavera Sound.
Lou Reed, anoche en el Primavera Sound.CONSUELO BAUTISTA
The Flaming Lips, en el Primavera Sound.
The Flaming Lips, en el Primavera Sound.CONSUELO BAUTISTA

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