De la Nuez critica a "los intelectuales fascinados" por Cuba

El crítico de arte Iván de la Nuez (La Habana, 1964) considera que buena parte de la intelectualidad occidental de izquierdas siente una "fascinación irresponsable" por la revolución cubana y el régimen comunista que engendró. Así lo asegura en su ensayo Fantasía roja (Debate), un ajuste de cuentas sobre las raíces de este idilio cultural con el castrismo. "Muchos intelectuales de izquierdas del primer mundo ven a Cuba como una isla utópica. Les permite reclamar cosas que no harían en sus propios países. Es muy fácil trasladar su pasión revolucionaria a una isla lejana", explica el autor, quien no se muerde la lengua a la hora de calificar la actitud de estos intelectuales: "Practican el neocolonialismo, algo muy grave, y representan la corriente dominante".

En el libro no se escatiman nombres propios. A juicio del autor, el deslumbramiento por Cuba se inició con el escritor Graham Greene y el filósofo Jean-Paul Sartre. No faltan tampoco los "adeptos" españoles. Entre los actuales, De la Nuez cita a Belén Gopegui, aunque establece diferencias entre su obra narrativa y sus declaraciones públicas. "A estos intelectuales les interesa el discurso ideológico. Se mueven por los símbolos, pero desconocen la vida cotidiana en Cuba. Casi ninguno de ellos se ha quedado a vivir allí". Es más, opina que si alguna vez cayera el régimen comunista cubano, sus seguidores occidentales prestarían atención a otras revoluciones. "No sería la primera vez que ocurre. En el pasado, sus fantasías también se fijaron en Chile, Nicaragua... Sólo les interesa el universo ideológico, no el humano".

El ensayo concluye con el anhelo del autor de que Cuba se convierta en el futuro en una especie de sosias del Berlín unificado tras la caída del muro. "En realidad, es más una posibilidad que una esperanza. El ensayo tiene algo de revancha. Es una crítica a la izquierda desde la izquierda", matiza De la Nuez, quien ya ha dedicado con anterioridad otros libros a analizar la realidad cubana. "Una de las consecuencias más preocupantes de este neocolonialismo de izquierdas es que la voz de los intelectuales fascinados por la revolución cubana sustituye a la de los propios isleños".

De la Nuez se adentra en las distintas etapas de este apego cultural a través de múltiples obras -tanto literarias como de otras disciplinas- ambientadas en Cuba. "Cada década ha tenido su excusa. En los años ochenta, la fascinación se justificaba por el auge de la multiculturalidad. Cuba lo tenía todo para triunfar entonces. Era caribeña, periférica, comunista e ilustrada. En la actualidad, ha tomado el relevo el discurso de la antiglobalización, anti Bush y contra el imperialismo".