Con grandes maletas, rumbo a Cannes
Los hermanos Almodóvar tomaron el avión ayer desde Madrid hacia el festival de cine con el equipaje más amplio, "y con huecos", según Agustín, para traerse algún premio
Parecía una del corro de la patata la que formó ayer Pedro Almodóvar en la nueva terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Allí llegó en torno a la una para coger el avión que le llevó por la tarde rumbo a Cannes, donde concursa este año con su película Volver. Nada más presentarse, muy sonriente, todavía mecido en la dulce placidez de un gran sueño, escondido tras unas gafas de sol negras y con sus pelos de eterno provocador punk tan encanecidos como revueltos, fue inmediatamente rodeado por una bandada de cámaras, a los que se unieron operarios del aeropuerto con el mono puesto y móvil en mano para hacerle fotos, además de cazadoras de autógrafos que él amablemente ahuyentaba como podía.
Agustín Almodóvar: "Cannes debe una Palma a Pedro. No volveremos con las manos vacías"
"Creo que me han dado este premio por ser salvajemente yo mismo", comentó el director
Todavía no se ha hecho a la idea de que es todo un venerable ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Algo que jamás había soñado, ni cuando más de cien amigos le juntaron cerca de 500.000 pesetas para que rodara Pepi, Luci, Bom..., ni cuando ganó su último Oscar por Hable con ella. "De todos, éste es el premio de mayor dimensión, un pedazo de premio, que año tras año va ganando en prestigio. Yo, en estas dimensiones no pensé que tuviera cabida", decía el director.
Pero el jurado ha pensado que sí, que está a la altura de otros cineastas que lo recibieron antes, como Fernando Fernán-Gómez, Luis García Berlanga o Woody Allen. Al menos eso sostenía Gonzalo Suárez, que le propuso, y José Luis Garci, que le defendió dentro del jurado con la tenacidad de un león. "Se lo agradezco mucho a José Luis, eso demuestra que entre nosotros no hay luchas cainitas", aclaró el director.
Es un premio de mucho lustre, de demasiado peso protocolario para algunos, algo que no va con quien dice de sí mismo que viene "de las alcantarillas, del underground". Pero que nadie le pida que cambie. Almodóvar será Almodóvar cuando don Felipe de Borbón se lo entregue en la ceremonia que se celebrará en octubre en Oviedo. "Creo que me lo han dado por ser salvajemente yo mismo", aseguraba ayer.
El director manchego se mostraba, además, reconciliado con su país. Con los desprecios de algunos y los ninguneos de varios de los suyos en otra salsa de reconocimientos, como la de los Goya. "El Príncipe de Asturias de las Artes compensa muchos vacíos, tapa los agujeros de otros premios nacionales", dijo sin pelos en la lengua. Incluso se mostró abierto, muy en consonancia con el título de su última película, con Volver a la Academia de Cine, que abandonó hace años, si cambia el sistema de votación. "Me lo pensaré", prometió.
El primero que le llamó para felicitarle fue su hermano Agustín, el productor de todas sus películas, que viajó junto a Pedro hacia Cannes, donde llegaron ayer con buenas expectativas. Mejores para uno que para otro. Si el director no quiere pensar en ello, el productor sí se atreve a pronosticar cosas buenas. "No me obliguéis a traer algo de Cannes, por favor", pedía el cineasta ante los profetas. "Nos hemos llevado las maletas más grandes y con huecos vacíos para que quepa algo", añadía Agustín cuando su hermano ya había traspasado la puerta de embarque.
Puestos a equiparar emociones y ambiciones internacionales, el director se comparaba, en cierto sentido, con lo que debían sentir ayer los jugadores del Barça antes de la final de la Champions: "Con la diferencia de que ellos tienen que jugar el partido y yo ya tengo la película hecha, es decir, que ya he jugado mi carta".
Hay señales que indican que Volver ha gustado a la crítica francesa. "De las 12 calificaciones en medios que hemos visto, ocho dan a la película la máxima puntuación y cuatro una estrella menos", fardaba Almodóvar antes de montar en el avión. La marcha en España de Volver ha sido más triunfal que algunas películas anteriores. "Me gustaría compartir el premio con quienes han visto la película. Estoy muy contento por cómo ha ido en taquilla, hemos recaudado nueve millones de euros en estos tiempos difíciles para el cine, no sólo en España, sino en el mundo, donde los espectadores han caído entre el 11% y el 17% en asistencia a salas", dijo el director.
Pero es que Volver, esa magistral visita del artista manchego a sus raíces profundas y a los misterios de la muerte y los muertos, es otra cosa, es distinta. "Todos los que rodamos la película nos quedamos con una sensación especial, tocados por esa vuelta del más allá. Ha sido algo extraordinario, no sentido antes, aunque no creo que tenga que ver con lo misterioso, sino con el tema, los lugares donde viví de pequeño y donde vi a mi madre ser reina y señora de los patios", cuenta Almodóvar.
Celebrará todo junto a las actrices que han participado en su joya de celuloide en Cannes. Allí le acompañarán Penélope Cruz, Carmen Maura, Blanca Portillo, Lola Dueñas... Todas las que han penetrado en ese mundo de demonio, carne, pastas caseras y deliciosos besos de ventosa que es Volver. Junto a ellas festejará el premio que llevaba en la maleta de ida y todo lo que se pueda traer en la de vuelta.
Agustín Almodóvar cree que hay muchas opciones. "Cannes le debe una Palma a Pedro. Creo que ya debía habérsela concedido por Todo sobre mi madre, donde ganó el premio al mejor director y que algún día se la dará. No volveremos con las manos vacías", comentaba con una confianza ciega.
Sea lo que sea, les espera un año duro de promoción y viajes. Aunque es en esos trances cuando Almodóvar aprovecha para dejar perfilados los guiones de sus próximas películas. El director no adelanta nada, pero su hermano sí sopla algo de lo que tiene entre manos. "Está escribiendo dos historias. Son periodos muy fructíferos para él. Una es Tarántula, un guión que tenía apartado, y otra cosa de la que no puedo adelantar nada", decía.
Lo que sí pudo contar es que espera que el éxito de taquilla se mantenga con Volver. "Aún tenemos 200 copias en salas, y el nuevo premio espero que ayude, aunque en las próximas semanas competimos con los dos mayores enemigos del cine: el fútbol, por el Mundial, y el clima".
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