Medios para la paz
Colombia lo ha tenido, lo tiene todo en contra, y sin embargo no sólo aguanta, sino que da ejemplo de templanza. Cualquier otro país del mundo que sufriera su prolongada historia de entrecruzadas violencias -militar, paramilitar, insurgente, terrorista, derivada del narcotráfico y también gubernamental- estaría completamente destrozado, desnortado y hundido en la desesperanza. Los hay así con menos ingredientes. No hace falta dar nombres. Cojan un mapamundi. Y elijan. Pero Colombia resiste, lo cual no significa que se resigne.
Desde la primera vez que visité ese deleite de país descubrí que el secreto radicaba en el valor de su sociedad civil. Hablamos de valor, coraje, y de valores: afán de democracia, deseo de verdad, orgullo de derrotar algo que se niegan a aceptar, y menos con resignación, como destino. Hablamos también de inteligencia y de cultura. Nadie que haya pasado por allá con la impericia del visitante neófito habrá dejado de sorprenderse ante la exquisita sensibilidad de las capas profesionales colombianas: su sentido del humor, su educación, la forma en que, desde la precariedad más absoluta -y eso incluye también estar en la inseguridad, físicamente a la intemperie-, agarran el día a día y hacen planes y tejen redes.
Hablamos de comunicación, de movilización de las voces en defensa de la verdad y del conocimiento.
Por la membrana asociativa que ha ido creándose a medida que los conflictos se agudizaban, no son pocos los colombianos que han podido encontrar las lianas que impiden su caída en el vacío. En este terreno destaca Medios para la Paz (MPP), una organización conformada por un grupo de 82 periodistas miembros, y que aglutina en total a 1.700 personas de todo el país y del exterior. Intercambiando de forma permanente análisis y reflexiones, vía Internet, sobre la realidad colombiana y los hechos cotidianos de la paz y de la guerra, mantienen un intercambio constante de información sobre el oficio de informar. Y alcanza otros muchos campos.
En su web, por ejemplo (www.mediosparalapaz.org). Descubrimos que desde 1995 hasta el último mes de febrero, más de 1.765.616 personas fueron desplazadas forzadamente en Colombia por causas diversas. Medios para la Paz trabaja desde 2004 el tema del desplazamiento forzado con periodistas de diferentes regiones del país, con el fin de brindar herramientas que les permitan cubrir el fenómeno de modo responsable. El desplazamiento forzado, en el marco del Derecho Internacional Humanitario, es un crimen de guerra.
Pero MPP toca todos los temas, llega a todo el país. Hay algo terriblemente emocionante en esta organización y en la gente que la saca adelante a diario. Colombia es uno de los países del mundo en donde mayor peligro corren la profesión y la vida del periodista. Enemigos de la libertad de expresión: el conflicto civil, la concentración de la propiedad en los medios de comunicación, la impunidad de los asesinos -juicios por asesinatos de periodistas, defensores de los derechos humanos, sindicalistas y maestros, que tal vez nunca serán concluidos- y el oscuro vínculo que parece existir entre la corrupción, los diferentes grupos armados y algunas secciones de organismos encargados en la aplicación de la ley.
Durante ocho años, y en palabras de su directora, Gloria Ortega Pérez, MPP "hace parte del Comité de Protección a Periodistas y, desde su vinculación, además de ser partícipe de las decisiones que allí se tomen respecto a la atención de los riesgos y amenazas contra periodistas, ha promovido la capacitación y la formación de los colegas con miras a contribuir a un mejor cubrimiento periodístico de temas de la realidad colombiana que debilitan o ponen en riesgo la democracia en el país".
No es tarea fácil. Seguro que les estimula el hecho de haber recibido, el pasado miércoles, el Primer Premi Catalunya a la Llibertat d'Expressió, concedido por el Institut Català de Cooperació Iberoamericana, a través de la marchosa Casa Amèrica de Catalunya. Porque hay que premiar a los Indispensables.
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