Más de una batalla

La batalla entre Microsoft y la Unión Europea ha tenido la semana pasada como escenario el Tribunal de Justicia Europeo. En este foro se discute si la firma norteamericana expulsa a la competencia del mercado. Pero la decisión judicial, que puede llegar el año próximo, es también importante por otras razones. Este tribunal ha corregido anteriormente otras decisiones comunitarias sobre competencia. Un nuevo revés debilitaría severamente la política de la UE en esta área. Un sector de la industria norteamericana ve este caso como una intromisión europea en una empresa de su bandera. Al mismo tiempo, competidores estadounidenses a los que no satisfizo el acuerdo judicial entre Microsoft y la Administración de Bush, en un litigio abierto en EE UU tras probarse que se aprovechaba de su posición dominante, han llamado a la puerta de la UE para que Europa haga lo que no hizo la justicia norteamericana.

La UE multó en 2004 a Microsoft con 497 millones de euros, le obligó a ofrecer una versión de Windows sin el reproductor Media Player y le conminó a dar suficiente información para garantizar la interoperabilidad de su sistema operativo con servidores que no fueran Microsoft. Bruselas acusa a la empresa de perjudicar el diálogo entre máquinas con Windows y servidores de otras marcas para, desde la ventaja que le da tener Windows en más del 90% de los ordenadores, favorecer el mercado de servidores de su marca. Microsoft cumplió formalmente con la separación de Media Player y Windows, pero este Windows despojado del reproductor lo vendía al mismo precio que el íntegro. El resultado es que apenas se han vendido dos mil Windows sin Media Player. En el otro tema, Microsoft niega que ponga obstáculos técnicos, y alega que suministrar la información que exige la UE es exponer su tecnología al resto del mundo y una lesión irreparable a su propiedad intelectual. Ha de haber fórmulas para salvar con el secreto industrial barreras tecnológicas maliciosas, caso de que se demuestre que lo son.

En el horizonte se dibuja además otra batalla. Microsoft reina en el escritorio del ordenador, pero otras compañías, con Google y Yahoo! a la cabeza, están dando la batalla para que las aplicaciones trabajen desde el navegador de Internet y no residenciadas en el PC, con las ventajas en la actualización y el acceso desde cualquier sitio que ello supone. Microsoft anuncia una partida de gastos enorme para 2007, seguramente con la idea de dar la réplica a este futuro de un software en la Red.