La UPV afronta mañana su primera huelga general de profesores en 20 años

La Universidad del País Vasco (UPV) afronta su primera jornada de huelga general del profesorado en 20 años, periodo que media entre el conflicto por los contratos de los docentes asociados, que enfrentó a las centrales con el Rectorado de 1986 a 1988, y el motivado por razones salariales que se materializará mañana en los tres campus de la universidad pública. Con unanimidad muy inhabitual, los sindicatos han hecho un llamamiento conjunto a la movilización de los 4.200 profesores de la institución. Añaden una crítica conjunta a Educación y al equipo rectoral de Juan Ignacio Pérez.

Pérez afronta así, en el ecuador de su mandato, su primer gran enfrentamiento con una parte muy relevante de la comunidad académica, en la que se alinean algunos de los apoyos que le facilitaron su victoria electoral hace dos años.

"Por un sueldo digno" es el lema con el que los convocantes, todos los sindicatos con representación entre los docentes, encabezan una iniciativa en que se funden la exigencia de mejoras retributivas para todo el profesorado, demanda constante desde el nacimiento de la UPV, y el reproche al Ejecutivo y al Rectorado por la marginación a la que, según las centrales, se les ha sometido en las decisiones vinculadas con los salarios de los docentes. La más relevante de ellas es el acuerdo que rubricaron el 21 de diciembre de 2004 Juan Ignacio Pérez y la anterior consejera de Educación, Anjeles Iztueta. Ambos anunciaron entonces la solución a uno de los mayores quebraderos de cabeza que las dos instituciones han tenido en los últimos años: los complementos de productividad del profesorado.

Junto a aumentar el déficit de la ya maltrecha economía de la UPV, el pago de estas ayudas económicas en función de los méritos académicos abrió un enconado enfrentamiento entre el anterior rector, Manuel Montero, y la consejería. El acuerdo de diciembre fijó su resolución desarrollando un decreto que regulase de forma definitiva la financiación y obtención de los complementos y que ampliara el campo de sus posibles beneficiarios de los funcionarios a los docentes contratados laborales permanentes.

Año y medio después, el problema no sólo se ha cerrado en falso, sino que ha espoleado otro mayor: la situación salarial del profesorado universitario. Los sindicatos han rechazado de plano tanto el contenido del decreto, aún no promulgado, como las formas utilizadas por el Ejecutivo y el Rectorado.

6.000 euros brutos anuales

Como reacción, han presentado una lista de máximos: retirada del proyecto de decreto, exigencia de abrir la negociación con las centrales y aumento lineal del sueldo de los docentes en 6.000 euros brutos anuales. Ésta es aproximadamente la cantidad que separa el salario de un catedrático de instituto (unos 37.600 euros brutos al año) del de un profesor de Escuela Universitaria sin título de doctor o de un profesor asociado doctor a tiempo completo (31.776 y 31.523 euros, respectivamente), ambos en la base del escalafón docente.

Si la comparación toma como referencia categorías similares de la Administración vasca, las diferencias pueden alcanzar los 16.000 euros, según datos de los sindicatos.

El Departamento de Educación, dirigido ahora por Tontxu Campos, no ha mostrado aún su posición sobre las exigencias sindicales, lo que sí ha hecho el Rectorado. En un documento presentado a los miembros del Consejo de Gobierno de la UPV el pasado jueves y colgado en su página web (www.ehu.es), califica el paro como "un error de apreciación" que sólo contribuirá "a dificultar y demorar en el tiempo" la solución definitiva, "además de arrojar fundadas sombras acerca de la viabilidad de algunos de los logros que ya se han alcanzado".

El Rectorado difundió ayer una nueva nota en la que directamente considera la convocatoria como un "error". Añade que en ningún caso ha querido arrogarse la representación de los trabajadores, pero tampoco "se desentenderá de sus responsabilidades en el gobierno" de la UPV.

"Punto de encuentro"

Para el Rectorado, según ha expuesto en ambos documentos, deben elevarse las remuneraciones del personal docente e investigador "para alcanzar niveles más acordes con la cualificación y responsabilidad" de su trabajo. Defiende igualmente un sistema de complementos "con carácter incentivador" al alcance de todo el profesorado, deseos ambos reflejados en la petición al Ejecutivo aprobada por unanimidad en el Consejo de Gobierno de la UPV del pasado 21 de julio.

En su argumentación, el rector recuerda que cerca de 1.800 docentes, el 59% de los profesores con dedicación exclusiva de la Universidad pública, cobran en la actualidad anticipos a cuenta de los complementos pendientes de asignación. El proyecto de decreto acordado con el Ejecutivo, afirma, permitiría solicitar complementos al resto de profesores funcionarios que no han podido aún optar a estas ayudas, "unas 600 personas más". Esta posibilidad estará también a disposición de los profesores contratados laborales con dedicación exclusiva cuando adquieran la condición de permanentes.

El Rectorado considera el decreto un "razonable punto de encuentro" que, tras la negociación con el Gobierno, asume como propio.

Su validez se amplía además, como postula Pérez, por su condición de "puerta" para otros dos decretos vinculados con las retribuciones del profesorado. Estas normas regularán los artículos 33 y 34 de la ley del Sistema Universitario Vasco, que hacen referencia, entre otras cuestiones, al régimen salarial de los docentes y al sistema de acceso a las nuevas categorías de profesorado establecidas por la ley.

Por todo ello, advierte de los efectos negativos que acarrearía la suspensión del proyecto de decreto.