Sol, playa y verduras frescas

Sol, turismo y playa han constituido tres de los motores más importantes de la economía de las islas Baleares con el suelo rústico en retroceso. Frente a esta situación, la Sociedad Agraria de Transformación (SAT), Agroilla, ha demostrado en la última década que en las islas aún queda una agricultura hortofrutícola moderna capaz de abastecer el mercado propio, de competir en el exterior y de ser pionera en la obtención de nuevos productos en el sector.

Los socios del grupo cultivan una superficie de casi mil hectáreas de hortalizas, con una facturación de 27 millones de euros

Agroilla ha conquistado mercados en España y en el exterior gracias al lanzamiento de nuevos productos tras una política de investigación

"Con una gestión muy profesionalizada", señala el gerente de la SAT Guillem Adrover, "hemos demostrado que desde Baleares, aunque no existía una tradición en esa actividad, podemos competir con las zonas hortofrutícolas más especializadas de la Península e incluso ganar mercados fuera de las islas. Otra de las razones se halla en el desarrollo de la investigación. Hemos hecho además una decidida apuesta por la innovación en la búsqueda de nuevos productos adaptados a la necesidades de la demanda. Éste ha sido el caso de la producción y comercialización de la minisandía Sandy en todo el mercado español y que ahora se cultivará también en Almería mediante un acuerdo con la empresa Nacex".

Agroilla es una Sociedad Agraria de Transformación constituida en los primeros años de la década de los noventa por 15 socios agricultores en la isla de Mallorca. Los productores eran agricultores tradicionales fuertemente arraigados en las islas que operaban individualmente en el mercado de Palma para la venta de sus productos. Ante las dificultades en aumento para seguir en su actividad y, sobre todo, frente a los problemas para comercializar con resultados positivos sus productos, la unidad de acción se convirtió en una necesidad inaplazable.Desde esta situación se produjo el nacimiento de Agroilla, que ha sido un elemento fundamental para la actividad de los asociados en la política de comercialización, pero también en el desarrollo de su actividad productiva.

En función de la evolución y las perspectivas de la demanda, desde la SAT se hace una programación de las siembras por cultivos y por periodos de recolección. El objetivo es lograr unas producciones con unos periodos de recolección en función de los mercados. Desde la SAT se lleva a cabo igualmente un sistema de control riguroso para asegurar la trazabilidad de todos los productos obtenidos. También se aporta un mayor valor añadido a las explotaciones de los socios, tanto con la comercialización de sus productos como con el asesoramiento técnico y la búsqueda de oportunidades para su expansión.

En la actualidad, todos los socios de la SAT cuentan en conjunto con una superficie de cultivos de casi 900 hectáreas en Mallorca junto con otras 40 hectáreas en Menorca. De esa superficie, sólo algo más de 40 hectáreas corresponden a superficies de invernadero.La casi totalidad de las explotaciones se dedican a la producción de hortalizas en fresco, fundamentalmente para tomates, patata y todo tipo de verduras para la elaboración de ensaladas.

La imposibilidad de disponer durante todo el año de una producción propia de verduras y hortalizas en las islas para atender a las necesidades de la demanda dio lugar a la constitución de la filial Balear Fruit para llevar a cabo compras en el exterior de las islas y garantizar una oferta continuada durante todo el año de los mismos productos.La actividad del grupo ha supuesto unas ventas de 37 millones de unidades con una facturación de 27 millones de euros. El avance de las urbanizaciones y el acorralamiento del campo no ha supuesto hasta la fecha problemas para disponer de tierras fértiles para usos agrarios.

La estrategia seguida por el grupo se ha basado en parte muy importante en la especialización de cada uno de los socios en una determinada producción que ha permitido lograr unos mayores niveles de eficacia, productividad y calidad. Todo ello ha sido posible, igualmente consecuencia de un mayor impulso de los trabajos de investigación que hoy constituyen uno de los mayores activos de la sociedad.