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Reportaje:

Los porteños 'escrachan' a Videla

Una manifestación reclama la cárcel para el ex dictador militar

Jorge Marirrodriga

El protagonista del momento más negro de la historia de Argentina vive en un edificio blanco. E igual que el periodo en que estuvo al frente del Gobierno, el edificio quedó teñido de rojo. Esta vez no fue sangre, sino pintura lanzada por algunos de los más de 15.000 manifestantes que en la noche del sábado (madrugada de ayer en España) se congregaron frente al domicilio del ex general Jorge Rafael Videla, autor del golpe militar cuyo 30º aniversario se conmemora el viernes. Es lo que en Argentina se llama el escrache, la protesta contra alguien a la puerta de su casa. El de Videla es el mayor que recuerda Buenos Aires.

"Este degenerado está ahí arriba cuando debería estar en una cárcel común", declaraba la madre un joven desaparecido en la dictadura (1976- 1983), que había secundado el llamamiento de la organización HIJOS, que agrupa a los descendientes de desaparecidos y exiliados por el régimen militar. A la manifestación se unieron la línea fundadora de las Madres de Plaza Mayo, abuelas y diversos movimientos de izquierda. Decenas de personas, muchas de ellas jóvenes, saltaban al grito: "¡Tiene que pagar, tiene que pagar, a donde vaya le iremos a buscar!". De vez en cuando, bolsas con pintura roja se estrellaban contra el piso que habita Videla en el barrio de Belgrano, y el impacto arrancaba aplausos.

La protesta incluyó el lanzamiento de bolsas de pintura roja contra el domicilio del cabecilla del golpe

Videla, que presidió la Junta militar entre 1976 y 1981, está en arresto domiciliario por razones de edad y acusado de secuestro de recién nacidos hijos de desaparecidas que estaban embarazadas cuando fueron secuestradas por la dictadura (las detenciones no quedaban registradas) y fueron asesinadas tras dar a luz. Aunque fue considerado responsable de entre los 8.000 y los 30.000 desaparecidos del régimen militar, y condenado a cadena perpetua en 1985, fue amnistiado en 1990 por un decreto del entonces presidente, el peronista Carlos Menem. En junio, la Corte Suprema declaró inconstitucionales tanto los indultos como las leyes de Obediencia Debida y Punto Final firmadas antes por el radical Raúl Alfonsín.

"No a las prisiones VIP" pintaron varios manifestantes en la acera frente al portal ante numerosos policías, que, tras un vallado portátil de contención de más de dos metros de altura, trataban de evitar que algún manifestante se introdujera en el edificio. En un determinado momento, un pequeño grupo de jóvenes lanzó varios objetos, entre ellos una papelera, contra los policías, que se refugiaron en el portal. "No hay perdón, no hay olvido y no hay reconciliación", subrayó una representante de Madres de Plaza de Mayo que tomó la palabra. Su discurso fue recibido con aplausos.

El escrache a Videla es el primero de los numerosos actos para conmemorar el 30º aniversario del golpe, cuyos ecos, tres décadas después, siguen marcando la política argentina. De hecho, la decisión del Gobierno de Kirchner de declarar festivo el próximo viernes, fecha del golpe, ha sido recibida con división de opiniones. El Gobierno quiere marcar la solemnidad de la fecha y que los ciudadanos no tengan obligaciones laborales ese día y puedan acudir a diferentes actos, entre otros, la que se prevé multitudinaria manifestación en Plaza de Mayo.

Otros colectivos, entre ellos algunas madres de la emblemática plaza, creen que el carácter festivo otorga un elemento positivo, y que sería mejor que el día fuera laborable, pero que en escuelas, universidades y hospitales se dieran charlas sobre lo que significó el golpe para Argentina.

Los manifestantes increpan al ex dictador Videla ante su domicilio en el barrio de Belgrano.
Los manifestantes increpan al ex dictador Videla ante su domicilio en el barrio de Belgrano.JULIETA BARJA

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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