La policía se moviliza frente al botellón
Una veintena de ayuntamientos vigilarán esta noche la cita convocada en la Red y por móvil
Surgió hace casi un mes en la Red y ahora los ayuntamientos se movilizan para hacerle frente. El macrobotellón convocado para hoy en una veintena de ciudades españolas ha hecho que los consistorios preparen despliegues policiales especiales para la ocasión. En algunos puntos de España, como Barcelona o Madrid, donde las ordenanzas municipales o leyes autonómicas prohíben beber en la calle, los agentes tratarán de luchar contra el botellón impidiendo que los jóvenes accedan con alcohol a las plazas y puntos de encuentro donde tienen previsto darse cita. En otras ciudades donde esta actividad está permitida, como es el caso de las capitales andaluzas, las autoridades se limitarán a vigilar a los botelloneros para que no haya incidentes.
Está previsto que las concentraciones se celebren en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Granada, Huelva, Jaén, Almería, Ciudad Real, Málaga, Oviedo, Vitoria, Murcia, Valladolid, León, Salamanca, Segovia, Zaragoza, Teruel, A Coruña y Pontevedra. En ciudades como Toledo, Albacete, Gijón o Santiago los botellones se organizaron la semana pasada sin que hubiera incidentes. En otras como Santander, Alicante, Bilbao o San Sebastián la cita será en los próximos días.
Los vecinos consideran el fenómeno un incordio y los padres y las autoridades sanitarias, un problema de salud por el consumo excesivo de alcohol que puede causar depresión del sistema nervioso central, vasodilatación, pancreatitis alcohólica aguda en los peores casos y hasta coma etílico. Los jóvenes, sin embargo, defienden su derecho a reunirse, aseguran que el precio de conciertos, cines y otras formas de ocio es excesivo y señalan que el botellón les permite relacionarse charlando sin el ruido "infernal" de las discotecas y bares. Dicen que beben una media de cinco vasos de combinado (licor fuerte más refresco), o tres litros de cerveza o calimocho (refresco y vino).
El perfil del botellonero, según la Agencia Antidroga de Madrid, es un varón de ventipocos años, mayor de edad y de cualquier clase social.
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