'Crash' da la campanada en los Oscar
Paul Haggis se impone a 'Brokeback Mountain', de Ang Lee, con el premio a la mejor película
Una veloz mueca de Jack Nicholson fue el único presagio. El Oscar a la mejor película parecía cantado, pero el actor dijo Crash y por un segundo la confusión se adueñó del Kodak Theater de Los Ángeles. La orquesta tardó unos segundos en reaccionar. El numeroso equipo de la película de Paul Haggis se puso en pie, gritando. Casi conmocionado. A su lado, separados por un estrecho pasillo, los representantes de Brokeback Mountain apenas daban crédito a lo ocurrido. Ang Lee, detrás del escenario, con el Oscar al mejor director en la mano, no ocultaba su decepción. En la sala de prensa se creó un espeso silencio.
La historia de amor de los vaqueros Ennis del Mar y Jack Twist era la clara favorita, pero existía la posibilidad de que la película no tuviera suficiente respaldo dentro de la Academia, en la que algunos de sus miembros más conservadores han declarado públicamente que no la han votado porque ni siquiera piensan verla. Al ser preguntado el cineasta taiwanés, confesó su decepción y felicitó a los ganadores: "Ha sido una sorpresa para mí, sinceramente. Pero estoy orgulloso de esta película. No cambiaría nada de ella".
Paul Haggis, director de la película ganadora, declaraba exultante: "Creo que éste ha sido un año importante. Los directores hemos hecho películas con preguntas". Crash, un filme de historias cruzadas ambientado en Los Ángeles y con las tensiones raciales y sociales como fondo, nació, según explicó anoche su guionista y director, como un ejercicio de introspección. "Yo soy el héroe y el villano de mi vida. Por eso cuando escribí Crash quise dar un paso atrás para mirar al mundo que me rodea y decir que hay que pensárselo dos veces antes de señalar a nuestros propios demonios".
La embarazada Rachel Weisz lograba el Oscar a la mejor actriz de reparto por El jardinero fiel y George Clooney -que no se llevó ningún premio para su película Buenas noches y buena suerte- recibía el Oscar al mejor actor de reparto por Syriana. Suyas fueron las primeras palabras de agradecimiento de la noche. "Bueno, esto significa que no ganaré el de mejor director. Es curioso ganar un Oscar, es algo que siempre irá unido a tu nombre. Ya saben, George Clooney, ganador de un Oscar, el hombre mas sexy en 1997, murió en un extraño accidente...". Con su habitual habilidad, cambió de registro y añadió: "Quería decir que últimamente estamos un poco fuera de sintonía aquí en Hollywood. Creo que es algo bueno. Fuimos los primeros en hablar abiertamente del sida y hablamos de los derechos civiles cuando no era popular hacerlo. Creamos debate. Esta Academia entregó a Hattie McDaniel un Oscar en 1939 cuando los negros como ella solo podían sentarse en la parte de atrás de los teatros. Así que estoy orgulloso de pertenecer a una comunidad como ésta y orgulloso de estar fuera de sintonía".
Pese a los nuevos aires de Hollywood, que Brokeback Mountain no haya ganado esta nueva edición de los Oscar provocará un largo debate. Ayer, Los Angeles Times publicaba un artículo incendiario en contra de Crash y la superficialidad de los valores progresistas de Hollywood. "A veces se gana perdiendo, y nadie podrá negar el poder, transgresión y necesidad que teníamos de una película como Brokeback", arrancaba desde la primera página el artículo de Kenneth Turan. Ang Lee, siempre con su aire pacífico y sosegado, dijo que estaba feliz pese a lo ocurrido: "Esta película ha llegado muy lejos. Los espectadores están sedientos de madurez". Al preguntarle cómo un director extranjero había logrado tanto en Hollywood, añadió: "Creo que he trabajado duro y creo que tengo talento. No tengo falsa modestia. Sé adaptarme porque mis padres eran chinos que emigraron a Taiwan. Desde niño he tenido que adaptarme".
El guionista del filme, Larry McMurthy, y su coguionista y productora Diana Osanna, reconocieron que quizás un sector importante de la Academia no acepta su película: "Quizás es cierto y, sencillamente, los americanos no quieren que sus vaqueros sean gays". Las quinielas no fallaron con Philip Seymour Hoffman ni con Reese Witherspoon. La actriz explicó que su gran inspiración para el personaje de June Carter había sido su abuela. El actor neoyorquino perdió la vieja apuesta con sus mejores amigos y no ladró en el escenario ("al final lo intenté, pero de verdad, no me salía, no podía"), pero les dijo una y otra vez que les quería. Besó en la boca a su compañera de reparto, Catherine Keener, a Meryl Streep y a su mujer, y subió a por su Oscar. Allí dijo: "Mi madre se llama Marilyn O'Connor y está aquí. Me gustaría que todos los que se crucen con ella esta noche la feliciten. Porque ella crió sola a sus cuatro hijos y se merece esa felicitación". Hoffman logró la mayor ovación del teatro y de la sala de prensa.
Babelia
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