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Crítica:BEBER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Taninos de Toro

Carlos Delgado

Toro sigue embistiendo en los mercados internacionales con el brío que le proporcionan las optimistas estimaciones del gurú Robert Parker. No ocurre lo mismo en el mercado nacional. Por eso, el que surjan nuevas bodegas en la prestigiosa denominación de origen zamorana no quiere decir que esté aumentando la demanda interna de estos tintos potentes, recios, un tanto elementales, pero profundamente afrutados y sabrosos, que es lo que hoy gusta en Estados Unidos. No es de extrañar, por tanto, que los nuevos vinos de Toro miren más hacia fuera y piensen en los consumidores del nuevo mundo.

Es el caso de Anzil, la nueva bodega del Grupo Barceló, perteneciente a Entrecanales, un vino de gran carga tánica, con la madera marcando el panorama olfativo que tarda en abrirse. Cuando lo hace, resalta la fresca fruta silvestre, muy madura y bañada en alcohol, con matices especiados y una evocación de cepa vieja. Nariz que se corresponde con una boca jugosa, no plenamente pulida, pero densa y persistente. Una mayor complejidad y sutileza es su asignatura pendiente.

ANZIL 2003

Finca Anzil. Toro (Zamora).

Teléfono 915 00 60 00.

DO: Toro. Tipo: tinto

crianza, 14,5%.

Cepas: tinta de Toro.

Consumo: largo plazo.

Temperatura de servicio:

17° C. Precio: 19 euros.

Puntuación: 8,8/10.

PROPUESTAS PARA CADA HORA

EL DISEÑO y las alusiones al automovilismo deportivo se repiten en este espacio de estética vanguardista, donde los cristales-mosaico de la marca italiana Bisazza, así como sus tapicerías, emulan las banderas ajedrezadas de los circuitos de carreras. Un diseño interior resuelto por Jesús Sanz en colaboración con Enrique Ollero, Pablo Ramírez y Zara Rey. Local sujeto a horarios muy estrictos que marcan el ritmo de sus distintas actividades. De 8.00 a 11.00 horas, Mini Lounge opera como una cafetería donde se sirven desayunos a la carta: cafés de gusto italiano de tueste alto y sabores concentrados, zumos de frutas, infusiones, propuestas dulces (tostadas con mermelada, cruasanes a la plancha, macedonias), así como sugerencias saladas (tostadas de queso, pan con tomate y aceite, tortilla de patatas). De 11.00 a 13.00 horas entra en funcionamiento la barra de tapas (brocheta de solomillo, quesos fritos con miel, chips de verdura, morcilla con piquillos, pisto manchego con huevo, brochetas de pollo), que se pueden degustar con varios tipos de cervezas. Sólo desde las 13.00 hasta las 16.00, así como de 21.00 a 23.00 horas, funciona el restaurante. Finalmente, a partir de esta hora se convierte en un local de copas.

En general decepcionan los postres, casi todos discretos: son aceptables el tiramisú y la tarta tatin de manzana, intrascendente el astro black, impresentable el milhojas de crema y muy anodina la tarta Sacher. Sin embargo, no está mal la bodega, exigua en vinos blancos, pero bien pertrechada en tintos.

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Sobre la firma

Carlos Delgado
Periodista, escritor, y crítico enogastronómico. Premio Nacional de Gastronomía 2002. Es crítico enológico de EL PAÍS desde finales de los ochenta. En 1989 participó en la fundación de Slow Food, donde ha sido vicepresidente internacional y presidente nacional. Es autor de libros como 'El Libro del Vino' y 'El Libro de los Aguardientes y Licores'.

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