Telefónica suspende la demanda contra Argentina, pero no logra la subida de tarifas

El Gobierno argentino y Telefónica firmaron ayer en la Casa Rosada una carta de intenciones en la que la compañía española se compromete a realizar inversiones en infraestructuras y anuncia que suspenderá la demanda presentada contra el Estado argentino ante el Centro Internacional de Diferencias Relativas e Inversiones (CIADI) por la congelación de tarifas decretada a raíz de la crisis económica e institucional de 2001. El documento no hace referencia a una subida de tarifas, aunque sí de algunos productos específicos.

La subida de tarifas, principal objeto de queja de las empresas españolas con presencia en Argentina, se debatió durante la reunión que por la mañana mantuvieron en un hotel porteño el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y representantes de las principales empresas españolas en el país.

Telefónica se ha comprometido a realizar una inversión de unos 280 millones de euros en un año para infraestructuras de fibra óptica en el sur del país. Sin embargo, mayor repercusión tuvo ayer en Argentina el anuncio de la congelación de la demanda presentada ante el CIADI

[que no significa que se haya retirado, según precisaron en España fuentes de la empresa española]. El monto de la demanda asciende a 2.834 millones de dólares.

El ministro de Planificación federal argentino y principal interlocutor de las empresas extranjeras, Julio de Vido, interpretó la carta de intenciones acordada ayer con Telefónica como "un punto de inflexión en las negociaciones que nos pone en la recta final". "No del caso de Telefónica, sino de todas las demás empresas que iniciaron una renegociación que es de los contratos, y no de las tarifas, como se dice", precisó De Vido. Mario Vázquez, presidente de Telefónica Argentina, confirmó que el acuerdo es la garantía de que la operadora española "seguirá cumpliendo sus compromisos" como en el pasado, y cifró la inversión relativa a la nueva red de fibra óptica en "1.000 millones de pesos en un solo año".

Moratinos, por su parte, tuvo serias dudas sobre su participación en este acto, que no estaba inicialmente en su agenda y que, en buena medida, le fue forzada por la Casa Rosada, ya que su cita con Kirchner fue fijada media hora antes de la señalada para la firma del memorando. Antes de llegar a Buenos Aires, el ministro subrayó que los acuerdos de revisión son de las empresas, no del Gobierno, e intentó marcar distancias con la firma de ayer, dado que no satisface plenamente los intereses españoles.

El ministro hubo de oír, sin embargo, en una reunión previa a la cita presidencial, las quejas de los empresarios españoles que, como Telefónica, aceptaron suspender sus demandas internacionales, a sugerencia del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y no logran el aumento de tarifas que, pese a los planteamientos del ministro De Vido, siguen pretendiendo.

Asistieron al brevísimo encuentro representantes de Repsol-YPF, Gas Natural, Aguas de Barcelona, Telefónica, Banco de Santander y BBVA, entre otros. Sobre la mesa, los empresarios explicaron a Moratinos la situación que provocan los bajos precios y como debido a esto se producen situaciones paradójicas como el derroche de energía a pesar de los bajos ingresos de los consumidores. Según varias fuentes presentes en la reunión, Aguas de Barcelona, que participa en Aguas Argentinas, se quejó del cambio de criterio frecuente del Ejecutivo argentino sobre los interlocutores con los que deben tratar. Algunas empresas debían renegociar este año una subida de tarifas totales y sus directivos temen que el acuerdo de ayer con Telefónica signifique que en 2006 no se producirá dicha negociación. Sin embargo, en una rueda de prensa posterior, el ministro aseguró que los empresarios le habían comunicado su satisfacción por el estado de las relaciones entre el Gobierno argentino y las empresas españolas.