Austria comparte el optimismo
Algunas galerías del país invitado están contentas y se plantean repetir el próximo año
"Creo que volveremos el año que viene", comentaba Silvía Steinek, de la galería Steinek de Viena, en cuyo stand en Arco destaca la performance del dúo de artistas vieneses Julius Deutschbauer y Gerhard Srping, que estos días han estado entrevistando y grabando a los visitantes de la feria que contestaban a sus preguntas sobre el arte y que un día después podían verse en el monitor situado en la galería. "La gente tiene mucho interés y hemos hecho contactos con varios coleccionistas privados españoles por lo que estamos satisfechos con el resultado", añadía Steineck.
También la galerista Teresa Hohenlohe, de la firma con el mismo nombre, reconocía que se lo estaba pensando. "Cuando vas a una feria por primera vez cuesta más porque no se conocen los artistas, pero me ha impresionado el gran nivel intelectual de los conservadores de museos españoles, creo que es muy interesante y que hay un mercado emergente porque las instituciones públicas están invirtiendo", indica. Las ventas en su caso, y en el de otros galeristas austriacos consultados, "podrían haber ido mejor", pero no se quejan. Lo único que cambiaría Hohenlohe de la feria es que, en su opinión, tendría que haber una mayor diferenciación entre las galerías comerciales más tradicionales y las conceptuales, más emergentes, "porque todo es un poco confuso ahora".
La afluencia de público les ha sorprendido a todos, y Hans Knoll, cuya galería con sede en Viena y Budapest está especializada en artistas de los países del Este, se mostraba especialmente entusiasmado con la gran cantidad de gente joven. "Además me han comprado coleccionistas españoles y mexicanos", añade. En su stand podían verse trabajos del colectivo Blue Noses, cuyo jocoso y provocativo vídeo proyectado en el interior de una caja de cartón en la que los jugadores de billar apuntaban sus bolas hacia los cuerpos de cuatro mujeres con las piernas abiertas se convirtió en una de las atracciones del pabellón de Austria en Arco, en el que pueden verse el trabajo de 22 galerías. Casi todas ellas estaban contentas. En la galeria Grita Insam han vendido las piezas de Ken Lum que llevaban; en la Charim Galerie la estrella han sido las fotografías históricas de Valie Export; en la galería Atelier de Grasz, su directora Petra Schlicher destacaba los muchos contactos realizados y aseguraba que ha vendido, "pero a galeristas alemanes y suizos, no españoles".
Un clásico de Arco, el galerista Mario Mauroner, solía acudir a la feria con obra de artistas internacionales entre los que destacan varios españoles como Tàpies o Plensa. En esta ocasión presenta un sólo artista austríaco, Lois Renner, menos conocido. "Ha habido interés, pero al ser un artista que el público no reconoce las ventas han sido más difíciles", comentaba. En la sala Krobath Wimmer también se mostraban satisfechos ya que, por ejemplo, han vendido a la colección Arco una de las obras de Brigitte Kowanz, una pieza con un neón que escribe la palabra "aura" representativa del trabajo de percepciones y espejos de la artista. La nota más crítica la ponía la directora de la galería Meyer Kainer, descontenta con que su stand estuviera ubicado delante de la entrada a la cafetería por lo que, explica, no se volvío a casa el primer día porque consiguió cerrar las paredes de su ubicación casi por completo.
Un ambiente parecido se respiraba en otras salas, como la galería Hubert Winter, que ha "costumizado" su stand para situar los trabajos de sus artistas, la galería Senn o la Lisi Hämerle, entre otras. Dos de las salas seleccionadas, la Georg Kargl de Viena y la galería Elisaberth & Klaus Thoman de Innsbruck, con una buena representación de la obra de Arnulf Rainer, repiten presencia en el programa general con stands en el pabellón 7. Muy cerca se sitúa otra galería austríaca que no está en el espacio del país invitado, la sala Heike Curtze, de Viena, que presenta obras de algunos de los artistas austríacos más conocidos del movimiento accionista, como Günter Brus y Hermann Nitsch, junto a la obra de jóvenes artistas.
Babelia
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