Una cápsula con polvo de un cometa aterriza en el desierto de Utah
La nave 'Stardust' termina una misión de siete años tras recorrer 4.500 millones de kilómetros
Partículas de la cola de un cometa, el Wild 2, y del polvo interestelar se encuentran ya en un hangar de una base militar de Utah (EE UU), tras caer a tierra en las cercanías a las 11.10, hora peninsular española. Los responsables de la misión Stardust, de la NASA, respiraron aliviados cuando observaron a través de cámaras de infrarrojos y radares que la caída de la cápsula con las muestras desprendida por Stardust era frenada por los paracaídas, al contrario de lo que pasó en una operación similar en 2004. El contenedor fue recogido por un helicóptero una hora después y no ha sufrido daños.
"Visitamos un cometa, cogimos un trozo y aterrizamos hoy aquí", comentó exultante Don Brownlee, astrónomo de la Universidad de Washington y director científico de la misión, tras conocerse el aterrizaje de la cápsula, de unos 45 kilogramos de peso
. La alegría en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en California, desde donde se había controlado toda la misión, incluida su vuelta a la Tierra, fue general.
Era noche cerrada en Estados Unidos cuando la cápsula, que había soltado horas antes la nave Stardust, tras un viaje de 4.500 millones de kilómetros, entró en la atmósfera terrestre a la desmesurada velocidad de 46.400 kilómetros por hora.
Las cámaras de infrarrojos y los radares instalados por la NASA lograron captarla en su descenso, que terminó a las 11.10, hora peninsular española (3.10 en Utah) sobre el suelo del campo de tiro que el Ejército de Estados Unidos tiene en las interminables llanuras de este estado, antes un enorme lago salado.
La cápsula llegó al suelo con la misma velocidad que un paracaidista, señalaron expertos de la NASA. Inmediatamente se establecieron sus coordenadas y fueron saliendo hacia el lugar los tres helicópteros encargados del rescate. Seguía siendo de noche, por lo que tuvieron que guiarse por el sistema GPS y la señal enviada por la baliza que tenía la cápsula. Con cámaras infrarrojas la localizaron y uno de los helicópteros la trasladó hasta un hangar de la base. Allí, en una habitación de atmósfera extremadamente limpia, para evitar la contaminación, los expertos abrieron la cápsula y extrajeron el contenedor con las muestras, para su envío inmediato al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde será abierto con todas las precauciones.
Las muestras -apenas tres gramos en total, de un tamaño menor que el diámetro de un cabello humano-, serán subdivididas para ser estudiadas en un gran número de laboratorios en diversos países. El interés científico es grande, porque será la primera prueba directa de la composición química de un cometa, aunque ya se dispone de buenos datos tomados por instrumentos de misiones anteriores a otros cometas. "El proyecto Stardust ha entregado a la comunidad científica internacional un material que no ha sido alterado de ninguna forma desde que se formara nuestro Sistema Solar, hace 4.500 millones de años", dijo ayer Tom Duxbury, director del proyecto.
Así terminó ayer la misión Stardust, de casi siete años de duración. La nave se acercó el 2 de enero de 2004 a sólo 240 kilómetros del núcleo del cometa Wild 2 y desplegó un instrumento de recolección con aerogel, un material sólido considerado el más ligero jamás fabricado. En él quedaron incrustadas las partículas que rodean el núcleo. Antes de llegar al cometa había hecho lo mismo durante su viaje para recolectar muestras del polvo cósmico.
"El recolector tiene dos lados y creo que habrá 10 veces más muestras del cometa que del polvo interestelar", señaló ayer en una emisión televisada Ken Atkins, ex director del proyecto. Es la primera vez que llegan a la Tierra muestras de un cometa, y la segunda, tras las muestras lunares del programa Apolo, que llega material sólido extraterrestre.
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