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EL FUTURO DE EUROPA

Zapatero aborda la negociación tras una alianza con Francia

El presidente del Gobierno español acuerda la estrategia con Chirac ante el 'cheque británico'

Francia apoyará en esta cumbre la aspiración española de lograr un acuerdo presupuestario mejor que el fracasado el pasado mes de junio, y España compartirá la estrategia francesa de obtener una reducción permanente del llamado cheque británico. Así lo acordaron ayer el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de Estado francés, Jacques Chirac, en un breve encuentro celebrado en cuanto el líder español llegó a Bruselas.

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El pacto, confirmado oficialmente por España, coloca a Zapatero en el frente más duro de la negociación. El acuerdo concreto sobre el cheque es que, sin poner en cuestión los fundamentos jurídicos de la devolución anual otorgada al Reino Unido en 1984, se detraiga definitivamente de la base de cálculo el coste de la ampliación, lo que representaría una reducción significativa.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, afirmó, por su parte, anoche, que España "no aceptará" ningún acuerdo que no supere al que rechazó el pasado mes de junio bajo presidencia luxemburguesa, y añadió que Francia le apoya.

Francia y España comparten, por otra parte, el rechazo a que la revisión de la Política Agrícola Común (PAC) que el primer ministro británico, Tony Blair, exige a cambio de cualquier reducción de su compensación financiera entre en vigor antes de 2014. Chirac quiere que eso se diga expresamente en el acuerdo. Zapatero aceptaría que se diga que la revisión podría incluso decidirse antes del fin del periodo, pero no entrar en vigor.

Los intereses agrícolas de España y Francia en esa negociación no son totalmente homogéneos, pero la entrevista de ayer demuestra que París sigue siendo esencial en la estrategia de Zapatero para lograr unos objetivos, que poco concretó Moraleda. El secretario de Estado precisó únicamente en que el saldo neto, entre pagos a la UE e ingresos de Bruselas, debe ser positivo cada año del periodo considerado, 2007 a 2013. Pero no dijo cuánto.

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Tampoco aventuró cifras el líder de la oposición, Mariano Rajoy, que ayer dijo en Bruselas que comparte el criterio expuesto por el ex presidente Felipe González de que el coste de la ampliación tiene que repartirse entre los 15 socios veteranos en función de sus respectivos PIB. La última propuesta británica, añadió, "no es aceptable". El PP ha anunciado que juzgará la gestión del Gobierno por el saldo neto que obtenga.

Queda la insistencia de Moraleda en que la oferta tiene que ser mejor que la de junio. Entonces, se cifró en cerca de 5.000 millones de euros, como saldo neto, aunque luego Hacienda la ha recalculado en 7.000 millones. La propuesta británica del pasado 5 de diciembre, quitó mil millones y la del martes, al prorrogar en otros tres años la salida del Fondo de Cohesión y dar ayudas adicionales a Ceuta y Melilla, añadió 500.

Hacen falta, por tanto, al menos otros 500 millones de euros y bastantes más, si se trata de llegar a un resultado presentable de 7.000 o 10.000 millones de euros, según de qué cálculo de junio se parta.

Los negociadores españoles saben que eso no se puede lograr si el gasto no pasa del 1,3% actual del PIB comunitario a más del 1,4%, y si no se reduce el cheque británico, del que España paga el 14%. El Reino Unido ha ofrecido un recorte de 8.000 millones de euros, sin carácter permanente. Francia pide 6.000 millones más. A España, le bastarían 3.000 adicionales para cuadrar las cuentas.Zapatero abordará hoy a solas el problema con el primer ministro británico, con la canciller alemana, Angela Merkel, y con los líderes de Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, República Checa, Polonia y Hungría.

El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, conversa con Rodríguez Zapatero antes del inicio de la cumbre.
El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, conversa con Rodríguez Zapatero antes del inicio de la cumbre.EFE

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