Demanda por una muerte debida al brote de legionela de 2004 en Vallcarca

La familia de una mujer que falleció en el verano de 2004 debido al brote de legionela que se produjo en el barrio de Vallcarca de Barcelona ha demandado a la clínica Delfos por su responsabilidad en los hechos. La demanda reclama 52.662 euros de indemnización por los daños y perjuicios causados por el centro médico, del que se dice que "no cabe la menor duda" sobre su relación con esa muerte basándose en documentos oficiales que se aportan.

La demanda de los familiares, que redactó el abogado Rafael Núñez, ya ha sido tramitada por un juzgado de primera instancia de Barcelona y en los próximos días se hará pública la sentencia. El abogado cree que el juicio se podría haber evitado si la clínica Delfos hubiese reconocido su culpabilidad. "Es incomprensible que se nieguen a indemnizar a esta familia y, por el contrario, la misma clínica reconozca su culpa ante la Administración", asegura el abogado. El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Barcelona impuso una sanción de 70.000 euros a la clínica Delfos por una falta muy grave cometida como consecuencia del deficiente mantenimiento y desinfección del sistema de refrigeración del centro. El consistorio también condenó a esa clínica a retribuir con 56.626 euros al Servicio Catalán de la Salud por el brote de legionela que se produjo en el barrio de Vallcarca durante los meses de julio y agosto de 2004. El brote afectó a 32 personas, 10 mujeres y 22 hombres, de entre 41 y 97 años. Dos de ellos fallecieron, si bien una de las muertes no se relacionó con el brote y sí con un cáncer de pulmón que padecía la víctima.

El caso de la demanda se refiere a Ana García Ruiz, de 74 años, que fue atendida el 19 de julio de 2004 en el parque sanitario Pere Virgili de Barcelona en una sesión de rehabilitación por dolor de espalda y piernas. Al cabo de unos días sufrió una insuficiencia respiratoria que obligó a trasladarla al hospital de Vall d'Hebron el 10 de agosto y dos días después ingresó en la UCI por "shock séptico de origen pulmonar secundario a neumonía por legionela y con fallo multiorgánico asociado". La mujer falleció el 1 de septiembre. Cinco meses después, la secretaria de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, Meritxell Cusí, emitió un informe en el que aseguraba que Ana García Ruiz fue "una de las personas afectadas por el brote comunitario de legionelosis por exposición de las torres de refrigeración del Centro Médico Delfos SA, en los meses de julio y agosto de 2004".

Durante la tramitación de la demanda, la clínica ha negado su responsabilidad en los hechos y, aunque admite que la mujer se vio afectada por una neumonía, niega que la causa fuese la bacteria originada en el sistema de refrigeración del centro médico. La demanda, por el contrario, considera que "no cabe la menor duda acerca de la responsabilidad por culpa o negligencia que en relación a la muerte de Ana García Ruiz" tiene la clínica Delfos y que podría haberse evitado "con sólo haber cumplido con las obligaciones administrativas-sanitarias vigentes (...) y el debido tratamiento desinfectante".

La tesis de la demanda está avalada por el informe elaborado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona y fechado el 11 de noviembre de 2004, en una de cuyas conclusiones se afirma que las torres de refrigeración de la clínica fueron "el origen del brote" de legionela, según demostraron los análisis realizados. En este sentido, se recuerda que desde que se adoptaron medidas de control en las torres de refrigeración del centro no se volvió a detectar ningún nuevo caso, aparte del periodo previsto de incubación.

A la hora de cuantificar la indemnización solicitada, se utiliza como referencia del daño corporal causado por el fallecimiento el baremo del automóvil vigente en 2004. La víctima estaba separada y convivía con uno de sus hijos solteros, para el que se reclaman 45.139 euros de indemnización; para el otro hijo se piden 7.523 euros