La feria Miami Beach Art Basel supera las mejores previsiones
El certamen celebrado en Florida ha acogido obras de 1.500 artistas
Los mayores coleccionistas del mundo -desde el inglés Charles Saatchi a la familia Rubell de Miami- pujaron con auténtico entusiasmo por obras de arte a diestro y siniestro en un extraño frenesí adquisitivo durante la cuarta edición de la feria Miami Beach Art Basel (MBAB), que concluyó el domingo pasado. Los resultados han sobrepasado las previsiones de esta nueva feria derivada de la que se organiza en Basilea (Suiza) desde 1970, tanto en volumen de ventas como en asistencia de público durante su cuatro días de duración.
Han participado 195 galerías de 28 países y han acudido más de un millar de periodistas
"El apetito por el arte contemporáneo es mayor que nunca", afirma Samuel Keller
Las razones del súbito éxito comercial, cultural y social de MBAB son muchas, desde la propia calidad del evento a otras múltiples cuestiones, como las cinco ferias paralelas que se ofrecen al mismo tiempo, la abundancia de nuevos coleccionistas de arte y el resurgimiento de Miami como espacio artístico. Están, además, los seductores atractivos del sur de Florida -sol, playas, discotecas...-, que contribuyen decididamente al ambiente festivo que invade y permea el lugar a comienzos de diciembre.
Si bien los organizadores de la feria no dan cifras específicas de las transacciones, cuestión que dejan discretamente a las galerías que participan en la misma, varias de éstas confirman que vale la pena alquilar una de las casetas en el Centro de Convenciones de Miami Beach, valoradas en 50.000 dólares (más de 41.500 euros) cada una, lo que se traduce en unos 10.000 euros por día.
La galería Gmurzynska de Colonia (Alemania), por ejemplo, anunció la venta de Construcción en blanco y negro (1936), de Joaquín Torres-García, por 1.600.000 dólares, mientras que una pieza de Tom Wesselmann titulada Mónica sentada (1986), una escultura de acero pintado realizada con láser, se vendió por 120.000 dólares.
L & M Arts de Nueva York vendió la obra Stickman (1982), de Jean-Michel Basquiat, por el precio que tenía (825.000 dólares), al igual que la escultura en aluminio pintado de Keith Haring Untitled (Stacked Figure) (1987), vendida por 185.000.
La galería James Cohan, de Nueva York, reveló ventas más modestas pero que indican que no sólo los grandes nombres venden, sino que las obras de pintores jóvenes son también objetos codiciados de deseo por los nuevos coleccionistas. Un nuevo trabajo de Trenton Doyle Hancock, de 28 años, conocido por sus pinturas de violentas bandas de vegetarianos, se vendió por 50.000 dólares, mientras que una obra en acrílico realizada en computadora por Roxy Paine este año y llamada PMU #24 se vendió por 25.000. Y una serie de dibujos conceptuales de Robert Smithson, todos de 1968-1969, volaron a 50.000 por cabeza.
El director de Art Basel, Samuel Keller, manifestó después de que concluyera la feria que "el apetito por el arte moderno y contemporáneo es mayor que nunca. Esta edición ha presentado las mejores obras de arte que existen actualmente en el mercado y ha obtenido un gran éxito. Art Basel Miami Beach ha confirmado su posición como la feria más importante de Estados Unidos, y como uno de los grandes eventos culturales y sociales a escala mundial".
Peter Vetsch, de la oficina de Basel en Miami, declinó dar información respecto a ventas, pero confirmó que un día después de cerrada la cuarta edición de la feria el lunes pasado muchas galerías habían indicado su deseo de volver a participar el año que viene. Robert Goodman, también representante de Art Basel, señaló que todos los expositores dijeron estar satisfechos, tanto por los contactos realizados como por las ventas.
La dimensión que ha adquirido en sólo cuatro años MBAB se puede medir por el gran contingente de prensa reunido para cubrir el evento, que este año ascendió a 1.100 periodistas. A nivel de público, ésta ha sido también la edición de mayor éxito, ya que más de 36.000 personas se acercaron al Centro de Convenciones para ojear lo que presentaban las 195 galerías de arte de 28 países diferentes que expusieron este año obras de más de 1.500 artistas.
Otro dato significativo de su importancia es que más de 90 museos norteamericanos enviaron delegados a la feria, además de los extranjeros. Entre los panelistas invitados se encontraban personajes del mundo del arte como Glenn Lowry, director del MOMA de Nueva York; Lisa Denison, del Guggenheim; Peter Mazio, del Museo de Arte Moderno de Houston, o Kathy Halbreich, del Museo de Arte Walker, en Minnesota.
Además, MBAB presentó este año muchas secciones nuevas, como un programa de performance dirigido por Jens Hoffman, del ICA en Londres; la sección Art Kabinets, que incluyó 15 exposiciones que abarcaban desde Rodchenko a Rauschenberg, pasando por los accionistas vieneses y Alex Katz. Art Nova presentó la obra de 150 nuevos artistas y además se instalaron decenas de piezas de arte en lugares públicos que invadieron la ciudad.
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