El Gobierno argentino amenaza con disolver los sindicatos huelguistas

Aerolíneas Argentinas ofreció ayer la readmisión de los 337 despedidos desde el comienzo hace una semana de la huelga indefinida de pilotos y técnicos aeronáuticos que ha dejado en tierra a más de 50.000 pasajeros y causado pérdidas millonarias a la compañía propiedad del grupo español Marsans.

"La imagen de Argentina está siendo dañada de manera totalmente innecesaria ante tantas y tantas personas de otras nacionalidades que no comprenden lo que está pasando", advirtió ayer el presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, quien subrayó que el ofrecimiento de readmisión de los despedidos es una muestra del "deseo de recuperar la actividad". Mata señaló que el conflicto debe ser resuelto sólo entre la empresa y los dos sindicatos en huelga. "Nadie lo va a hacer por nosotros", dijo en referencia a la demanda de pilotos y técnicos para que el Gobierno intervenga.

Anoche (madrugada en España) se cumplía el plazo de 24 horas dado por el Ejecutivo de Néstor Kirchner para que los huelguistas cumplieran los servicios mínimos. En caso contrario, la Administración había amenazado con iniciar un trámite judicial para despojar de "personalidad jurídica" a los sindicatos, lo que equivale a su disolución.

Los dos sindicatos en huelga -la Asociación de Pilotos y Técnicos Argentinos (APTA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA)- convocaron ayer una asamblea de trabajadores en la que se decidió mantener la huelga indefinida. "Vamos a seguir adelante con las medidas de fuerza porque nosotros hemos cumplido con todos los requisitos legales", declaró a este periódico Claudio Morales, dirigente de APT.

Los huelguistas acusan a la empresa de empeorar la situación para forzar al Gobierno argentino a que autorice una subida en el precio de los billetes y obtener una subvención en el precio del gasóleo. "Además, la compañía sigue enviando a los pasajeros a los aeropuertos y están haciendo uso de una compañía de vuelos chárter desconocida, con los riesgos que esto supone", añadió Morales.

"Lo que ha dictado la autoridad laboral argentina no ha sido respetado por los sindicatos", denunció por su parte Mata.