Dimite de su centro de investigación el pionero de la clonación médica
El coreano Woo-suk Hwang reconoce que usó óvulos de sus becarias en el experimento
El científico coreano Woo-suk Hwang, pionero de la clonación terapéutica, dimitió ayer del Centro Mundial de Células Madre, un servicio de clonación para laboratorios de otros países fundado el mes pasado en Seúl. Hwang, que ganó la carrera de la clonación gracias a que dispuso de 242 óvulos de 16 mujeres, reconoció ayer que dos de ellas eran sus becarias. El escándalo le ha convertido en un tabú para sus socios norteamericanos.
"Siento mucho tener que pronunciar en público palabras horribles y vergonzosas", dijo Hwang ante los periodistas apiñados ayer en la Universidad Nacional de Seúl. Hwang sorprendió al mundo en febrero de 2004, cuando presentó en la revista Science las primeras clonaciones de embriones humanos, y las primeras células madre derivadas de ellos. Ayer reconoció que, entre las 16 mujeres que donaron óvulos para ese trabajo, se hallaban dos de sus becarias.
El consenso bioético es que los jefes de laboratorio no deben usar materiales donados por sus subordinados, para evitar que éstos puedan sentirse presionados. El Ministerio de Sanidad coreano aseguró ayer que las becarias donaron sus óvulos de forma voluntaria y desinteresada.
Hwang aseguró ayer que, durante 2003, las becarias se ofrecieron tres veces a donar sus óvulos y que él se negó cada vez. Sólo se enteró de que lo habían hecho, a sus espaldas, tres meses después de publicar el artículo.
El pasado día 12, el científico norteamericano Gerald Schatten reveló: "Ayer recibí una información que indicaba que han ocurrido tergiversaciones en relación a la donación de óvulos. En consecuencia, he suspendido mi colaboración con el profesor Hwang". Schatten fue el científico que introdujo a Hwang en los círculos biomédicos norteamericanos, animando a varios laboratorios a utilizar los servicios del recién creado Centro Mundial de Células Madre de Seúl.
La venta de óvulos por estudiantes universitarias tiene cierta tradición en Corea del Sur, y sólo es ilegal desde enero, cuando entró en vigor la nueva Ley de Bioética. El pasado día 6, la Policía coreana anunció la detención de cuatro brokers por comprar óvulos, y de 20 mujeres por vendérselos. Un día después, la prensa coreana reveló que Sung Il Roh, jefe de reproducción asistida del Hospital MizMedi de Seúl y estrecho colaborador de Hwang, estaba siendo investigado en relación con el caso.
El lunes, Roh reconoció que, para los experimentos pioneros de clonación publicados en 2004, había obtenido óvulos de 20 mujeres, pagando a cada una 1,5 millones de wons (1.200 euros). Roh aseguró que Hwang no tenía conocimiento de ese hecho, que además era legal por entonces.
Hwang tomó un vuelo de Seúl a Washington el martes por la noche, vio a Schatten el miércoles y regresó enseguida a Seúl, donde ayer anunció su dimisión en rueda de prensa.
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