Álava mantiene sin cerrar tras un mes de trabajo el recuento de ganado de los Quintana

La Diputación alavesa no ha terminado aún el recenso (recuento) de las reses de las explotaciones de la familia de José Fernando Quintana, ex juntero del PNV, veterinario y gerente de la cooperativa ganadera Abeltzain, que tiene delegada las campañas de sanidad animal en ese territorio. El recuento comenzó el 19 de septiembre. El diputado de Agricultura, Eloy López de Foronda, aseguró en las Juntas Generales el pasado 3 de octubre que quedaban 50 animales por contar. El viernes 7 faltaban casi 40 y el 14, el recenso seguía sin cerrar.

El control de las explotaciones de los Quintana se abrió por las informaciones de este diario sobre las discrepancias existentes en los registros oficiales respecto al origen y estado de la vaca loca detectada en julio en una explotación de la compañera sentimental de Quintana. EL PAÍS ha informado de otras presuntas irregularidades en las explotaciones de esta familia.

Ganaderos alaveses se muestran sorprendidos por la lenta actuación de la Diputación y precisan que un recenso habitual no dura más de cuatro días cuando las condiciones no son favorables. Hay recuentos que se hacen en una jornada.

Los ganaderos consultados por este diario aseguran que prefieren guardar el anonimato por miedo a represalias del Servicio de Ganadería alavés. No entienden que López de Foronda no haya tomado medidas y haya salido en defensa del jefe de servicio de Ganadería, Florencio Beltrán de Heredia. También se preguntan los ganaderos por qué Quintana mantiene su cargo de gerente y su condición de veterinario habilitado por la Diputación. El sindicato UAGA, principal socio de Abeltzain, analiza su destitución. La inhabilitación depende de Diputación, que la consideró en un primer momento.

En el Servicio de Ganadería alavés se respira un clima de confianza y así se transmite. Veterinarios de este departamento están preparando para Abeltzain una justificación a la suplantación de identidades de los 29 animales de explotaciones de los Quintana que, según una sentencia penal, fueron al matadero tras haber muerto y haberse cobrado por ellos el seguro. El informe que Beltrán de Heredia presentó ante el juzgado en ese caso aseguraba que una inspección de Ganadería no apreció irregularidades.