Dos juzgados abren sendas investigaciones por contaminación a una empresa de Urdaibai

Dos juzgados de Gernika están investigando las posibles emisiones contaminantes y el exceso de ruido de la empresa de aglomerados de madera Inama en Urdaibai. El Departamento de Medio Ambiente abrió el pasado año a la factoría un expediente sancionador por un escape tóxico. La consejería ha medido durante ocho meses las emisiones, pero "no se ha detectado una calidad anómala del aire", según un portavoz. Los vecinos, agrupados en la asociación SOS Muxika, afirman haber sufrido afecciones respiratorios y que se superan los niveles de ruido permitidos.

Las quejas por la actividad de Inama, ubicada en el municipio de Muxika, se remontan a 13 años atrás, pero se han intensificado con la creación de la asociación vecinal, el pasado año. La factoría, perteneciente a la compañía gallega Finsa, es una de las 119 empresas vascas potencialmente contaminantes (una de las dos existentes en Urdaibai), entre las 20.000 compañías existentes en Euskadi, según el registro Eper, impuesto por una directiva de la UE.

Las denuncias vecinales se habían centrado en la contaminación acústica, corroboradas por dos estudios de las empresas Labein y AAC, que en noviembre de 2003 y enero de 2004 certificaron que la fábrica superaba los límites de ruido por la noche. A ello se han añadido las emisiones de la planta, cuyo episodio más grave ocurrió en septiembre de 2004, que causó afecciones respiratorias a varios vecinos.

El caso ha llegado a la vía penal, tras la admisión de las denuncias planteadas. Desde principios de año, los juzgados de Instrucción número 1 y 3 de Gernika investigan el ruido y la salida de gases de Inama. Varios residentes ya han acudido a declarar y en las próximas semanas continuarán las comparecencias de otros vecinos, según fuentes judiciales.

La apertura de la vía judicial ha paralizado el expediente sancionador abierto por Medio Ambiente, que remitió sus indagaciones a los tribunales, señaló un portavoz del departamento. Los juzgados disponen también de los informes de medición atmosférica realizados por el Departamento de Medio Ambiente, en colaboración con la UPV, entre noviembre y julio pasados. Los estudios concluyen que en dos de las tres ubicaciones donde se realizaron las mediciones "se sobrepasa el número de días con superación del límite diario legal" de PM-10 (partículas en suspensión) y en una de ellas también "el límite fijado para la media anual". Se dice que existe un "aporte importante" de sustancias como el alfapineno y el betapineno, "atribuibles a actividades relacionadas con el proceso y/o manipulación de la madera".

Medio Ambiente asegura que estas mediciones "no han detectado una calidad anómala del aire". En el caso de las partículas PM-10, explica que se requiere una "presencia continuada" para que se pueda "actuar legalmente" y, con el alfapineno y betapineno, sí existe "un aporte importante pero no superan los límites". La consejería señala que Inama está dentro de su plan de inspección ambiental de empresas y "los controles son continuados, además de los que requieren los juzgados o por cualquier incidente".

La asociación SOS Muxika, que agrupa a los propietarios de 33 viviendas, critica al Gobierno por no haber realizado mediciones de sustancias como los óxidos de nitrógenos, que pidieron, y señala las "cuestiones poco claras" de los informes, "donde aparecen marcados en rojo los niveles de sustancias tóxicas como el tolueno y el benceno, además de lo que dicen de los PM-10 y los alfapinenos y betapinenos".

Los vecinos disponen además de mediciones de ruido, realizadas por la Ertzaintza en septiembre en sus viviendas, en las que se superan ampliamente los 35 decibelios marcados por la ley durante la noche. "Tenemos que estar encerrados en nuestras casas", se quejan. Además de la actitud de Inama, critican al alcalde de Muxika, el peneuvista Jabier Gezuraga, por no hacer nada a su favor. "Sabe lo que pasa y está dejando pasar el tiempo".

Gezuraga, quien replica que en su mandato "se ha hecho más que en diez años", confirma que Inama sigue sin licencia de actividad, requisito que incumple desde la década pasada cuando acometió una gran ampliación de su actividad. La empresa aún no ha realizado todas las medidas correctoras exigidas hace un año. Medio Ambiente afirma que sólo resta la colocación de una pantalla acústica, en fase de instalación. El alcalde anuncia que, una vez concluida la pantalla, se hará "un control exhaustivo y durante todas las noches de los ruidos".