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15ª CUMBRE IBEROAMERICANA

Los empresarios piden un pacto para fomentar el crecimiento

Reclaman a los políticos seguridad jurídica para sus inversiones

Fernando Gualdoni

Más de 120 empresarios celebraron ayer en un hotel a las afueras de Salamanca el primer encuentro en el marco de una cumbre iberoamericana. La jornada tuvo como objetivo consensuar una serie de peticiones y recomendaciones que el secretario general de la Cumbre Iberoamericana, Enrique Iglesias, deberá transmitir hoy a los jefes de Estado. Entre éstas, piden un pacto social y político en los países latinoamericanos que dé continuidad a las reformas económicas y una mayor seguridad jurídica para sus inversiones.

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Los empresarios dicen que ello permitiría al capital privado y al público colaborar en proyectos, sobre todo para las pymes, que favorecerán la equidad en el reparto de la riqueza. "En América Latina nos hace falta un gran pacto social y político que no sólo sirva para evitar que se generen crisis, sino que permita a los países avanzar en las reformas para lograr un crecimiento sostenido. Tiene que haber reglas claras para la inversión y menos burocracia empresarial y fiscal", explicó José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ex ministro de Economía argentino. "Pero por encima de todo, la región debe buscar el modo de dejar de ser la más inequitativa del mundo en distribución de la riqueza (...). Estoy convencido de que éste es el principal obstáculo para el desarrollo", concluyó.

Machinea fue uno de los primeros ponentes de esta novedosa reunión empresarial que duró todo el día. Por la mañana se debatieron cuestiones generales y por la tarde hubo mesas de trabajo sobre integración energética, comercial y de transporte y telecomunicaciones. En la inauguración, el secretario general de la Cumbre Iberoamericanas, Enrique Iglesias, dijo que el encuentro suponía el "punto de partida" de un proceso de trabajo permanente en el ámbito iberoamericano. "Precisamos de una empresa dinámica, ágil, abierta y que crea en la oportunidad en la que estamos embarcados", dijo Iglesias, quien, conocedor de la realidad latinoamericana, también hizo referencia al "valor social de la empresa".

En las intervenciones figuraron economistas como Machinea e Iglesias, y empresarios como Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, o sus pares de Repsol YPF, Antoni Brufau, y de Telefónica, César Alierta. Parecía que el debate buscaba una especie de punto medio: las empresas tienen que ganar dinero, pero eso también tiene que traer beneficios a los ciudadanos de los países donde operan. Tras la crisis argentina de 2002 y las de Ecuador y Bolivia este año, las compañías, sobre todo las extranjeras, fueron el blanco de la ira de toda esa mayoritaria población latinoamericana que es pobre o indigente. En el encuentro, algunos empresarios comentaron que esperaban que la mediación de Iglesias lime las fricciones con los Gobiernos.

Los empresarios estuvieron de acuerdo en que no se puede volver a la omnipresencia estatal de los setenta ni a la ausencia pública de los noventa. La presidenta de Banesto insistió en los beneficios de emprender proyectos de participación conjunta entre capital público y privado para extender el uso de las nuevas tecnologías a la mayor cantidad de empresas posibles y que éstas ganen en productividad. Ana Patricia Botín fue bastante positiva: dijo que la región no estaba tan bien en términos macroeconómicos desde los sesenta y que lo importante ahora era fortalecer instituciones como los bancos centrales o las haciendas públicas para hacer frente a los vaivenes en los ciclos de crecimiento.

Todos pidieron una mayor seguridad jurídica para sus inversiones. "Si llego a un país, y no necesito tener o comprar amigos para hacer negocios, es que hay seguridad jurídica (...). Mi empresa está en una decena de países latinoamericanos y ya les digo que ninguno es ideal", contó Andrés Navarro, presidente de la empresa chilena Sonda. El fin de la incertidumbre jurídica y la corrupción fue la petición en la que más insistieron los empresarios. "Díganselo mañana a los presidentes", exclamó un empresario chileno, que recibió los aplausos de los demás.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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