La cumbre de Salamanca trata de consolidar la proyección internacional de Iberoamérica

La 15ª Cumbre Iberoamericana debutó ayer en Salamanca con la decisión de apoyar la demanda de extradición presentada a EE UU por Venezuela del presunto terrorista anticastrista Luis Posada Carriles, que Washington rechaza por desconfianza hacia la justicia venezolana. La decisión, que será refrendada en la cumbre que se inaugura hoy, fue adoptada por los ministros de Exteriores de los 22 países integrantes del foro como parte de las conclusiones que los líderes elevarán mañana a definitivas. La declaración final destacará la cooperación y proyección internacional de la región.

El documento final es más breve que en ediciones anteriores, y el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, destacó este cambio formal como prueba de que "Salamanca será un punto de inflexión" en el sistema de las cumbres. Consta de 25 puntos repartidos en tres folios y medio, a falta de las conclusiones sobre los tres temas que debatirán directamente los líderes: la situación regional, las migraciones y la proyección de Iberoamérica en el mundo.

Extensión de la enseñanza, desarrollo tecnológico, estabilidad laboral y progreso social son temas centrales en la parte de la declaración aprobada ayer, con sus propuestas de un Pacto Iberoamericano sobre la Educación, que incluye la propuesta española de canje de deuda por programas educativos; de una Carta Cultural Iberoamericana, o de un Convenio Iberoamericano de Seguridad Social, que reforzaría las acciones para hacer universal el derecho a la salud.

El documento consolida, además, la revitalización del sistema, con la puesta en marcha de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), para "fortalecer la cooperación, la cohesión interna y la proyección internacional de la comunidad", y la institucionalización del foro parlamentario, celebrado por primera vez a comienzos de este mes en Bilbao, como parte del sistema de las cumbres. España no había conseguido anoche consolidar los otros dos foros que propone, el cívico y el empresarial, que, por objeciones de algún país, como Cuba, quedaron en la declaración como una iniciativa particular, aunque la parte española no descartaba enmendar el entuerto en las próximas horas.

Sí se considera, en cambio, irreversible la aprobación de la propuesta cubana de apoyo a la demanda de extradición del terrorista anticastrista Luis Posada Carriles, presentada a EE UU por Venezuela. Aparece contenida en una declaración general de condena al terrorismo y solidaridad con sus víctimas, que incluye la frase "apoyamos las gestiones para lograr la extradición y llevar ante la justicia al responsable del atentado terrorista a un avión de Cubana de Aviación en octubre de 1976, que causó la muerte a 73 civiles inocentes", de modo que, aunque no mencione a Posada ni a EE UU, como destacó Moratinos, el significado de la resolución es totalmente preciso.

Venezuela pide la extradición de Posada a Washington, porque el avión despegó de Caracas y el ex agente de la CIA, que se nacionalizó venezolano, está desde mayo pasado bajo arresto en Florida.

La declaración referida a este caso es adicional a las conclusiones finales, como otra de condena de la llamada ley Helms Burton norteamericana, habitual en estas cumbres, pero que incluye la novedad de que llama a EE UU a "detener con carácter inmediato" su política de "bloqueo" a Cuba.

La condena de la ley que amenaza con sanciones a las empresas que negocien con Cuba fue objetada, pero finalmente aprobada, por El Salvador. La delegación cubana no apoyó, por su parte, aunque tampoco impidió que se aprobara, otra declaración adicional que condena los esfuerzos de sandinistas y sectores liberales por desestabilizar al liberal Enrique Bolaños en Nicaragua.

El resto de las conclusiones fueron aprobadas sin dificultad, según confirmaron Moratinos, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque y el secretario general, Enrique Iglesias.

Sobre la inauguración de hoy pesarán las palabras del presidente colombiano, Álvaro Uribe, que comentó ayer que "hay tantas cumbres y tan seguidas que se vuelven detestables". Su poco amistoso vecino, el venezolano Hugo Chávez, dijo, en curiosa sintonía, hace cuatro años en Madrid: "Los líderes vamos de cumbre en cumbre, y los pueblos, de abismo en abismo". Moratinos afirmó ayer que Uribe se refirió a las reuniones internacionales y no a las cumbres iberoamericanas. Enrique Iglesias señaló que los ministros le han encargado un informe sobre todas las reuniones que se mueven en torno a estas citas y anunció que el año próximo, en Paraguay, piensa plantear sobre si convendría espaciar su periodicidad.

La llegada de los líderes, en una fotogalería en ELPAIS.es